La final de la Europa League, programada para el 21 de mayo en San Mamés, está generando un gran revuelo en Bilbao. Con la expectativa de recibir a miles de aficionados, las autoridades locales han intensificado los preparativos de seguridad para garantizar un evento sin incidentes. La Ertzaintza, junto con el personal de seguridad del estadio, ha estado realizando ejercicios operativos en los accesos y en el interior del campo, asegurando que todo esté listo para el gran día.
Uno de los aspectos más críticos en la planificación es la gestión de los accesos al estadio. La experiencia de eventos pasados, como el partido contra la Roma, ha llevado a las autoridades a implementar medidas más estrictas. En ese encuentro, se produjeron altercados entre aficionados y la policía, lo que resultó en una multa para el Athletic Club y una preocupación general sobre la imagen que se proyecta de Bilbao al mundo.
Para evitar que situaciones similares se repitan, la Ertzaintza ha desplegado un considerable número de agentes en San Mamés. Este martes, se observaron furgonetas de la policía en la explanada del estadio, donde se llevaron a cabo maniobras de contención. Los agentes, equipados con cascos y escudos, trabajaron junto a los ‘stewards’ del Athletic para practicar diferentes escenarios de seguridad.
El próximo 17 de abril, se llevará a cabo una prueba crucial cuando el Athletic se enfrente al Glasgow Rangers en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League. Se espera que alrededor de 3,000 hinchas del equipo escocés viajen a Bilbao para este encuentro, lo que representa una oportunidad para poner a prueba el operativo de seguridad diseñado para la final.
Las autoridades locales, incluyendo el Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, están colaborando estrechamente para asegurar que el evento transcurra sin contratiempos. La UEFA también está monitoreando la situación, lo que añade una capa adicional de presión para que todo salga bien.
La seguridad no es el único aspecto en el que se está trabajando. La logística para el transporte de aficionados, la gestión del tráfico y la coordinación con los servicios de emergencia son igualmente prioritarios. Se espera que la afluencia masiva de visitantes genere un impacto significativo en la ciudad, tanto en términos de economía como de visibilidad internacional.
El Athletic Club, que busca ser el anfitrión en el césped, también está comprometido con la seguridad y la experiencia de los aficionados. La dirección del club ha estado en contacto constante con las autoridades para asegurar que se tomen todas las medidas necesarias para proteger a los asistentes y mantener el orden durante el evento.
Con la final de la Europa League a la vuelta de la esquina, Bilbao se prepara para recibir a una multitud de aficionados, y las autoridades están decididas a que el evento sea recordado por su éxito y no por incidentes. La combinación de una planificación meticulosa y la colaboración entre diferentes entidades es clave para lograr un evento seguro y memorable.