En marzo de 2025, los establecimientos hoteleros de la Comunidad Autónoma Vasca experimentaron una disminución del 6,4% en el número de entradas en comparación con el mismo mes del año anterior. Según los datos proporcionados por el Eustat, el Instituto Vasco de Estadística, las pernoctaciones también sufrieron un descenso del 6,3%. Este cambio se atribuye en parte a la diferencia en la celebración de la Semana Santa, que en 2024 tuvo lugar en marzo, mientras que en 2025 se celebró en abril.
Durante el mes de marzo, se registraron un total de 281.462 entradas y 539.566 pernoctaciones en la región. De estas entradas, un 38,5% correspondió a turistas extranjeros, lo que representa una caída interanual del 5,8%. En cuanto a las pernoctaciones, el descenso fue del 3,1% en el mismo segmento.
En términos de distribución geográfica, Araba reportó 36.984 entradas y 81.433 pernoctaciones, lo que representa una disminución del 11,2% y del 5,5% respectivamente en comparación con marzo de 2024. Por su parte, Bizkaia mostró un panorama algo más positivo, con 128.894 entradas, un incremento del 2,0% respecto al año anterior, aunque las pernoctaciones se redujeron en un 0,6%, alcanzando un total de 238.618.
Gipuzkoa, en contraste, vio un descenso más pronunciado, con una caída del 12,9% en entradas y del 12,1% en pernoctaciones, contabilizando 115.584 entradas y 219.515 pernoctaciones.
Al analizar las capitales de la región, se observa que Vitoria-Gasteiz experimentó un descenso del 9,5% en entradas y del 3,4% en pernoctaciones. Donostia, por su parte, tuvo una caída del 15,4% en entradas y del 13,6% en pernoctaciones. En contraste, Bilbao reportó un aumento del 9,5% en entradas y un incremento del 7,0% en pernoctaciones, lo que sugiere que la ciudad ha logrado atraer a más visitantes en este periodo.
La estancia media en los establecimientos hoteleros de Euskadi se mantuvo en 1,92 días, igual que en marzo de 2024. Este dato indica que, a pesar de la disminución en el número de entradas y pernoctaciones, los turistas continúan disfrutando de estancias similares en duración. En cuanto al grado de ocupación, se situó en un 48,6% al medirlo por plazas y en un 60,2% por habitaciones, lo que refleja una ocupación moderada en los hoteles de la región.
El impacto de la Semana Santa en el turismo es notable, ya que este periodo suele ser uno de los más activos del año para el sector hotelero. La variación en las fechas de esta festividad puede influir significativamente en los patrones de viaje y en la ocupación hotelera. En 2024, la celebración en marzo probablemente atrajo a un mayor número de visitantes, mientras que en 2025, la celebración en abril podría haber desplazado a algunos turistas que normalmente planifican sus viajes para marzo.
El turismo es un sector clave para la economía vasca, y las fluctuaciones en las entradas y pernoctaciones pueden tener un efecto dominó en otros sectores relacionados, como la restauración, el comercio y las actividades culturales. A medida que la región se recupera de los efectos de la pandemia, es crucial que se implementen estrategias efectivas para atraer a turistas tanto nacionales como internacionales.
En resumen, marzo de 2025 ha sido un mes desafiante para los establecimientos hoteleros en la Comunidad Autónoma Vasca, con descensos significativos en entradas y pernoctaciones. La comparación con el año anterior y el impacto de la Semana Santa son factores clave que han influido en estos resultados. A medida que se avanza hacia la temporada alta de turismo, será interesante observar cómo se desarrollan las tendencias en el sector y qué medidas se toman para revitalizar la industria hotelera en la región.