El torneo de Wimbledon, uno de los eventos más esperados del calendario deportivo, ha vuelto a atraer a una multitud de celebridades y miembros de la realeza desde su inicio el 30 de junio hasta el cierre el 13 de julio de 2025. Este evento no solo es conocido por su alto nivel de competencia en el tenis, sino también por el glamour que lo rodea, convirtiéndolo en un espectáculo tanto deportivo como social.
La presencia de figuras destacadas en las gradas ha sido un tema recurrente en esta edición. Actrices como Cate Blanchett y Jessica Alba, así como músicos como Olivia Rodrigo, han sido vistas disfrutando de los partidos en el All England Lawn Tennis Club. La reina Camila, quien tuvo una conversación amena con el tenista Novak Djokovic, también fue una de las personalidades que se dejaron ver en el evento. Esta interacción no solo resalta la conexión entre el deporte y la realeza, sino que también añade un aire de sofisticación al torneo.
El rey Federico de Dinamarca, aunque asistió sin su esposa, la reina Mary, fue otro de los rostros conocidos que se unió a la multitud. La presencia de la princesa Beatrice y Sarah Ferguson, quienes eligieron el debut de Carlos Alcaraz para asistir, también fue notable, marcando la primera visita de la duquesa de York en 37 años a este icónico torneo.
### La Moda y el Glamour en Wimbledon
Wimbledon no solo es un evento deportivo; es también una pasarela de moda. Este año, el estilo de los asistentes ha sido tan impresionante como los partidos en la cancha. Sienna Miller, con un look elegante y moderno, y David Beckham, luciendo un traje color crema, han destacado entre la multitud. La célebre editora de moda Anna Wintour, quien recientemente dejó su puesto en ‘Vogue’ tras 37 años, también fue vista disfrutando del torneo, lo que subraya la intersección entre el deporte y la moda.
La atención mediática no se limitó solo a las celebridades de la moda. Actores como Leonardo DiCaprio, Jodie Foster, Tom Holland y Russell Crowe también acapararon las miradas, convirtiendo a Wimbledon en un evento de gran interés no solo para los aficionados al tenis, sino también para los amantes del cine y la cultura pop. La presencia de estas figuras ha elevado el perfil del torneo, haciéndolo aún más atractivo para los medios de comunicación y el público en general.
Sin embargo, no todo fue glamour y emoción en las gradas. Una de las anécdotas más comentadas del torneo fue la de Hugh Grant, quien fue captado durmiendo durante un intenso partido entre Djokovic y Cobolli. Este momento, aunque cómico, también refleja la naturaleza del evento: un lugar donde el entretenimiento y la competencia se entrelazan, y donde incluso las estrellas pueden necesitar un descanso.
### La Realeza y el Tenis: Un Vínculo Especial
La conexión entre la realeza británica y el tenis es histórica, y este año no ha sido la excepción. Kate Middleton, quien hizo su aparición en la final individual femenina, fue recibida con una gran ovación. Su presencia fue especialmente significativa, ya que el año anterior no pudo asistir debido a su recuperación de un cáncer. La entrega del trofeo a la ganadora, la polaca Iga Swiatek, fue un momento culminante del torneo, simbolizando no solo la victoria en la cancha, sino también la resiliencia personal de la duquesa.
La participación del rey Felipe VI de España, quien asistirá para apoyar a Carlos Alcaraz en su tercera final consecutiva, añade un toque internacional al evento. La rivalidad entre Alcaraz y el italiano Jannik Sinner promete ser un enfrentamiento emocionante, y la presencia de figuras reales en las gradas solo aumenta la expectación.
Wimbledon es más que un simple torneo de tenis; es un evento que reúne a lo mejor del deporte, la moda y la cultura. La combinación de competiciones de alto nivel y la presencia de celebridades y miembros de la realeza crea un ambiente único que atrae a miles de aficionados cada año. A medida que el torneo avanza, las historias de los jugadores y las interacciones en las gradas continúan capturando la atención del mundo, convirtiendo a Wimbledon en un espectáculo que trasciende el deporte y se convierte en un evento social de gran relevancia.