El pequeño pueblo de Villamalea, ubicado en la provincia de Albacete, ha cobrado protagonismo en el debate sobre la regularización de inmigrantes en España. Con una población de aproximadamente 4,000 habitantes, este lugar es conocido por sus peculiares tradiciones, como las carreras de camas que se celebran cada 15 de agosto. Sin embargo, su reciente decisión de apoyar la regularización de inmigrantes ha puesto a Villamalea en el centro de la atención mediática, contrastando con la postura más restrictiva adoptada por otros municipios como Jumilla, en Murcia.
### Un Llamado a la Regularización
El Ayuntamiento de Villamalea ha aprobado por unanimidad una moción que solicita al Gobierno de España la regularización de inmigrantes sin papeles que residen en el pueblo. Esta moción ha sido respaldada no solo por el Partido Popular, que gobierna la localidad, sino también por el PSOE e Izquierda Unida-Podemos. La ausencia de Vox en el ayuntamiento, donde solo obtuvo 31 votos en las elecciones municipales, ha facilitado este consenso.
La moción destaca la importancia de los inmigrantes en la economía local, subrayando que sin su trabajo, Villamalea no sería un referente en el cultivo del champiñón ni podría mantener sus viñas y granjas. El alcalde, José Núñez, ha afirmado que la comunidad local no presenta problemas de convivencia y que el apoyo a esta moción refleja la realidad de un pueblo que ha sabido integrar a personas de 32 nacionalidades diferentes, que representan el 25% de su población.
La moción ha sido elaborada en colaboración con diversas asociaciones del pueblo, incluyendo Cáritas, que ha enfatizado la necesidad de que los inmigrantes sin papeles puedan acceder a servicios básicos como la sanidad y la educación. Esther Collado, portavoz de Cáritas en Villamalea, ha señalado que la regularización no solo es un acto de justicia, sino que también permite a estas personas contribuir plenamente a la sociedad.
### La Historia de Villamalea y su Relación con la Inmigración
La historia de Villamalea está marcada por la emigración. En la década de 1960, muchos de sus habitantes se vieron obligados a dejar su hogar en busca de mejores oportunidades en el extranjero. Esta experiencia ha dejado una huella profunda en la memoria colectiva del pueblo, lo que ha llevado a una mayor empatía hacia los inmigrantes que ahora residen en su comunidad.
El párroco de Villamalea, Javier Cano, ha expresado su satisfacción por la respuesta positiva de los políticos locales a la moción, destacando que el apoyo a la regularización es un reflejo de la solidaridad que caracteriza a la comunidad. La moción también respalda la Iniciativa Legislativa Popular que busca regularizar la situación de los migrantes sin papeles en todo el país, lo que podría tener un impacto significativo en la vida de miles de personas que viven y trabajan en España sin reconocimiento legal.
Villamalea se presenta así como un ejemplo de cómo las comunidades pueden abordar el tema de la inmigración desde una perspectiva de inclusión y solidaridad. A medida que el debate sobre la regularización de inmigrantes continúa en el ámbito nacional, el pueblo albaceteño se erige como un modelo a seguir, demostrando que la convivencia pacífica y el respeto por la dignidad humana son posibles incluso en tiempos de polarización política.
La decisión de Villamalea de apoyar la regularización de inmigrantes no solo es un acto de justicia social, sino que también refleja una comprensión más profunda de la interconexión entre las comunidades locales y los inmigrantes. En un momento en que muchas localidades enfrentan desafíos relacionados con la inmigración, el enfoque inclusivo de Villamalea podría servir de inspiración para otros municipios en España y más allá. La historia de este pueblo es un recordatorio de que la diversidad puede ser una fuente de fortaleza y que la solidaridad puede transformar vidas.