Valeria Mazza, la icónica topmodel argentina, ha dejado una huella imborrable en el mundo de la moda desde su debut a los 19 años en un desfile de Versace. A sus 53 años, Mazza no solo ha sido musa de grandes diseñadores como Gianni Versace y Giorgio Armani, sino que también ha sabido adaptarse a los cambios en la industria y en su vida personal. Con una agenda repleta de actividades, la modelo y presentadora de televisión comparte su experiencia y reflexiones sobre la belleza, la familia y el paso del tiempo.
La vida de Valeria Mazza está marcada por su pasión por la moda y su dedicación a su familia. A pesar de su exitosa carrera, ella considera que su hogar en Buenos Aires es su “lugar de paz”, mientras que España e Italia ocupan un lugar especial en su corazón. Recientemente, Mazza ha estado viajando por Europa, acompañando a su hijo Tiziano en sus entrenamientos para la Copa del Mundo de Esquí alpino. Durante su estancia en Italia, aprovechó para reunirse con amigos en Milán y prepararse para su papel como presentadora en el programa «Bailando con las estrellas» en Telecinco, donde se siente como una fan más, disfrutando del espectáculo en vivo.
La familia es un pilar fundamental en la vida de Mazza. Junto a su esposo, el empresario Alejandro Gravier, han criado a cuatro hijos: Balthazar, Tiziano, Benicio y Taína. La modelo se siente orgullosa de los logros de sus hijos y se esfuerza por educarlos para que tomen sus propias decisiones. Benicio, el tercero de sus hijos, ha seguido sus pasos en el mundo del modelaje, debutando en la semana de la moda de Milán. Mazza recuerda con cariño cómo su hijo la llamó antes del desfile para pedirle consejos sobre cómo caminar en pareja, lo que refleja la cercanía y el apoyo familiar que siempre han fomentado.
A lo largo de los años, Valeria ha observado cómo ha cambiado la industria de la moda. Aunque el proceso de casting sigue siendo el mismo, la forma de llegar a él ha evolucionado, especialmente con el auge de las redes sociales. Para ella, la época dorada de las topmodels fue un periodo en el que las modelos comenzaron a ocupar espacios más allá de la pasarela, incursionando en el cine y la televisión. Sin embargo, Mazza ha sabido mantenerse relevante en el mundo de la moda, lanzando varias líneas de productos, incluyendo una dedicada al diseño de gafas de sol y otra a accesorios y calzado. Además, se ha tomado el tiempo para compartir su conocimiento impartiendo clases sobre la industria de la moda.
Uno de los aspectos más interesantes de Valeria Mazza es su perspectiva sobre la belleza. A pesar de haber sido un símbolo de belleza durante décadas, ella sostiene que la verdadera belleza va más allá de lo físico. «Lo bello es bello y eso no cambia, pero con el tiempo uno le da menos importancia a la belleza física», afirma. Para Mazza, lo esencial es tener contenido y cultivar intereses que enriquezcan la vida. Ella considera que luchar contra la naturaleza es una «guerra perdida» y prefiere envejecer con dignidad, buscando verse bien sin desear regresar a su juventud.
La modelo también comparte su amor por las pequeñas cosas de la vida, como relajarse en casa, leer y cocinar su famosa torta Valeria para su familia. Con una risa contagiosa, menciona que a veces siente que después de 35 años en la industria, la gente se olvida de ella, pero siempre encuentra alegría en su familia y en su esposo, quien la acompaña en su día a día.
Valeria Mazza es un ejemplo de cómo se puede combinar una exitosa carrera con una vida familiar plena. Su capacidad para adaptarse a los cambios en la industria de la moda, su enfoque en la belleza interior y su dedicación a su familia son solo algunas de las razones por las que sigue siendo una figura admirada y respetada. A medida que continúa su camino, Mazza demuestra que la verdadera belleza reside en la autenticidad y en el amor por uno mismo y por los demás.
