Altzo, un pequeño pueblo de Tolosaldea, ha sido testigo de un significativo reencuentro entre fuerzas políticas que, en el pasado, se vieron envueltas en intensos conflictos. Este cambio de ambiente se ha visto reflejado en un reciente consejo foral, donde el alcalde de Altzo, Xabier Olano, y la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, se unieron para celebrar la historia y la cultura de la región. La localidad, famosa por su estatua del ‘gigante’ Miguel Joaquín Eleicegui, de 2,74 metros de altura, también es conocida por ser el lugar donde se encuentra la primera referencia escrita a Gipuzkoa, la ‘Ipuscoa’, datada en 1025.
### Un Pasado Turbulento
La historia reciente de Altzo está marcada por la tensión política entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y la izquierda abertzale, que se intensificó durante los años de actividad de ETA. En particular, la figura de Pilar Zubiarrain, exalcaldesa y abogada, se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia política. Zubiarrain sufrió ataques directos, incluyendo la quema de su caserío familiar, un patrimonio cultural de tres siglos. Estos eventos no solo afectaron a su vida personal, sino que también crearon un clima de desconfianza y división en la comunidad.
El alcalde actual, Xabier Olano, quien en su momento fue portavoz de Euskal Herritarrok, se vio envuelto en este contexto de confrontación. A pesar de las tensiones, Olano ha logrado navegar por un camino hacia la reconciliación, convirtiéndose en un líder que busca unir a la comunidad en lugar de dividirla. La reciente visita de Mendoza y su equipo al consejo foral en Altzo es un testimonio de que, después de un cuarto de siglo de conflictos, es posible construir puentes entre las diferentes facciones políticas.
### Celebración de la Cultura y la Historia
El evento del consejo foral no solo fue una reunión política, sino también una celebración de la historia y la cultura de Gipuzkoa. Durante la visita, se inauguró la exposición ‘Gipuzkoa: Izanetik izena 1025-2025’, que se lleva a cabo en la iglesia de San Salvador de Altzo-azpi. Esta exposición conmemora el milenario de la mención escrita de ‘Ipuscoa’, un hito que resalta la rica historia de la región y su evolución a lo largo de los siglos.
Eider Mendoza, en su discurso, enfatizó la importancia de los valores comunitarios que han perdurado a lo largo de la historia. Destacó el euskera, el equilibrio territorial y la solidaridad como pilares fundamentales que unen a la comunidad guipuzcoana. Mendoza subrayó que, a pesar de los desafíos del pasado, es crucial mirar hacia adelante y trabajar juntos para fortalecer estos valores en el presente y el futuro.
La exposición no solo sirve como un recordatorio de la historia, sino que también invita a los habitantes de Altzo y de la región a reflexionar sobre su identidad y su papel en la construcción de una sociedad más cohesionada. La presencia de ambos partidos políticos en este evento simboliza un nuevo comienzo, donde las diferencias pueden ser superadas en favor de un objetivo común: el bienestar de la comunidad.
La figura del ‘gigante de Altzo’ se erige como un símbolo de esta nueva era. Su imagen, que preside el pueblo, representa no solo la grandeza física, sino también la fortaleza y la resiliencia de una comunidad que ha aprendido a sanar sus heridas y a avanzar hacia un futuro más prometedor.
En este contexto de reconciliación, Altzo se convierte en un ejemplo de cómo las comunidades pueden superar sus pasados conflictivos y trabajar juntas por un futuro mejor. La colaboración entre el PNV y EH Bildu en este evento es un paso significativo hacia la construcción de un entorno político más inclusivo y pacífico, donde todos los ciudadanos puedan sentirse representados y valorados.
La historia de Altzo es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre hay espacio para la esperanza y la unidad. A medida que la comunidad continúa celebrando su rica herencia cultural y su historia compartida, se abre un nuevo capítulo en su narrativa, uno que promete ser más inclusivo y armonioso.