Las festividades de Aste Nagusia en Bilbao son un evento que atrae tanto a locales como a turistas, y este año, un visitante cordobés ha compartido su asombro ante la magnitud y la alegría que se respira en las calles de la ciudad. Rubén Maillo, DJ y productor originario de Córdoba, se ha convertido en un testimonio viviente de la singularidad de estas fiestas, que se celebran durante nueve días en el corazón de Bilbao. En un breve video compartido en sus redes sociales, Maillo expresa su sorpresa al ver cómo la ciudad se transforma en un gran escenario festivo, donde la música, la comida y la diversión se entrelazan en un ambiente de camaradería y celebración.
La esencia de Aste Nagusia radica en su capacidad para unir a las personas. Maillo destaca que, a diferencia de otras festividades que se celebran en recintos feriales, aquí la fiesta se vive en la calle, lo que permite una interacción más cercana entre los asistentes. «Estoy flipando porque están nueve días en la misma calle, no hay recinto ferial, eso no existe», comenta el DJ, quien se muestra impresionado por la libertad y la alegría que emanan de los bilbaínos y visitantes. La atmósfera festiva es palpable, y Maillo no puede evitar comparar esta experiencia con las fiestas en su tierra natal, donde las restricciones son más notorias.
La diversidad de actividades que se ofrecen durante Aste Nagusia es otro de los aspectos que ha dejado a Maillo maravillado. Desde conciertos en vivo hasta espectáculos de acrobacias aéreas, la programación es variada y está diseñada para atraer a todos los públicos. «La calle está llena de gente, músicos tocando, espectáculo de acrobacias aéreas… es increíble», relata. Este tipo de eventos no solo enriquecen la experiencia del visitante, sino que también fomentan un sentido de comunidad entre los asistentes, quienes disfrutan de la música y la cultura local.
### La Sorpresa de un Turista
Para Rubén Maillo, la llegada a Bilbao coincidió inesperadamente con Aste Nagusia. Al elegir su destino, no tenía idea de que las festividades estaban en pleno apogeo. Sin embargo, su sorpresa se ha convertido en una experiencia inolvidable. «Tengo que decir que cuando elegimos el destino no teníamos ni idea de que en esta semana estaba esto aquí montado, pero oye, que ni tan mal», confiesa. Esta revelación ha añadido un valor significativo a su viaje, permitiéndole sumergirse en la cultura vasca de una manera auténtica.
El DJ también ha notado la diferencia en la forma en que se celebran las fiestas en Bilbao en comparación con su hogar en Andalucía. En su relato, menciona cómo en su tierra, salir del recinto ferial puede ser motivo de problemas, mientras que en Bilbao, la fiesta se extiende por las calles sin restricciones. «Aquí disfruta todo el mundo. Nos queda por aprender mucho de estas fiestas», reflexiona Maillo, quien se siente afortunado de poder experimentar esta celebración tan única.
A medida que avanza Aste Nagusia, la participación de los turistas se vuelve cada vez más evidente. Muchos, como Maillo, se ven atraídos por la energía vibrante de la ciudad y la calidez de sus habitantes. La interacción entre locales y visitantes crea un ambiente acogedor, donde todos pueden disfrutar de la música, la gastronomía y la cultura vasca. La fiesta se convierte en un punto de encuentro donde las diferencias se desvanecen y todos comparten momentos de alegría y diversión.
### La Cultura Vasca en su Máxima Expresión
Aste Nagusia no solo es una celebración de la diversión, sino también una manifestación de la rica cultura vasca. Durante estos días, se pueden encontrar numerosas actividades que resaltan las tradiciones locales, desde danzas folclóricas hasta degustaciones de la gastronomía típica. La comida juega un papel fundamental en estas festividades, y los asistentes pueden disfrutar de pintxos, un símbolo de la cocina vasca, que se ofrecen en los bares y txosnas repartidos por la ciudad.
La música también es un componente esencial de Aste Nagusia. Con conciertos que abarcan diversos géneros, desde música tradicional hasta pop contemporáneo, hay algo para todos los gustos. La participación de artistas locales y nacionales enriquece aún más la experiencia, creando un ambiente festivo que invita a todos a unirse a la celebración.
Rubén Maillo, al igual que muchos otros turistas, se lleva consigo no solo recuerdos de una fiesta inolvidable, sino también una nueva apreciación por la cultura vasca. Su experiencia en Aste Nagusia es un recordatorio de cómo las festividades pueden unir a las personas, independientemente de su origen, y de la importancia de celebrar la vida y la comunidad. En un mundo donde a menudo se siente la división, eventos como Aste Nagusia ofrecen un respiro, recordándonos que la alegría y la camaradería son universales.