El estadio Benito Villamarín, hogar del Real Betis Balompié, está en medio de un proceso de transformación que marcará un nuevo capítulo en su historia. La visera de la grada de Preferencia, un elemento icónico que ha estado presente desde 1977, ha comenzado su retirada, un paso significativo en las obras de remodelación que se están llevando a cabo. Este cambio no solo representa una evolución arquitectónica, sino también un símbolo de la modernización del club y su compromiso con el futuro.
La visera, que ha sido testigo de innumerables partidos y momentos memorables, se levantó en el contexto de la preparación para el Mundial de España 82. Desde entonces, ha sido parte integral del paisaje del estadio, pero ahora, tras casi medio siglo, su tiempo ha llegado a su fin. La demolición de esta estructura se ha iniciado de manera gradual, comenzando por la cubierta de la grada, y se espera que esté completamente retirada en una semana. Este proceso se está llevando a cabo en paralelo con los trabajos en la grada baja, lo que demuestra la ambición del club por avanzar en la remodelación de su estadio.
### Un Proyecto Ambicioso con Desafíos
El Real Betis ha establecido un plan ambicioso para la remodelación del Benito Villamarín, con la esperanza de que las obras se completen en un plazo de dos años. Sin embargo, el presidente del club, Ángel Haro, ha admitido que ya se han acumulado varios meses de retraso. Durante la presentación de Sofyan Amrabat como nuevo jugador del equipo, Haro mencionó que la situación actual de las obras es incierta y que no se podrá establecer un cronograma definitivo hasta que se cierre el acuerdo con la constructora.
La ambición del club es clara: desean que el equipo regrese a Heliópolis para la temporada 2027/28. Sin embargo, con los retrasos actuales, esta meta parece cada vez más complicada. La remodelación del estadio no solo busca mejorar la experiencia de los aficionados, sino también modernizar las instalaciones para cumplir con los estándares actuales de seguridad y comodidad.
La retirada de la visera de Preferencia es solo el primer paso en un proceso que promete transformar el Benito Villamarín en un estadio más moderno y funcional. La estructura original, que ha sido parte del club durante tanto tiempo, será reemplazada por un diseño que se espera sea más eficiente y atractivo para los seguidores del Betis.
### La Reacción de los Aficionados
La noticia de la retirada de la visera ha generado una mezcla de emociones entre los aficionados del Real Betis. Por un lado, hay un sentido de nostalgia por la pérdida de un símbolo que ha estado presente en sus vidas durante décadas. Muchos aficionados han compartido sus recuerdos y experiencias asociadas a la visera, recordando momentos clave en la historia del club que se han vivido bajo su cubierta.
Por otro lado, existe una gran expectativa por lo que vendrá. Los seguidores del Betis son conocidos por su pasión y lealtad, y muchos están emocionados por la posibilidad de un estadio renovado que ofrezca mejores instalaciones y una experiencia más agradable durante los partidos. La modernización del Benito Villamarín es vista como una oportunidad para atraer a más aficionados y mejorar la competitividad del club en el ámbito nacional e internacional.
La transformación del estadio también se alinea con la tendencia de muchos clubes de fútbol en Europa, que están invirtiendo en la modernización de sus instalaciones para mejorar la experiencia del aficionado y adaptarse a las nuevas exigencias del deporte. En este sentido, el Real Betis no quiere quedarse atrás y está comprometido a hacer de su estadio un lugar que no solo sea un hogar para el equipo, sino también un espacio que fomente la comunidad y la cultura del fútbol.
A medida que avanza la demolición de la visera y se inicia la construcción de nuevas estructuras, los aficionados del Betis están a la espera de ver cómo se desarrollan los próximos meses. La historia del Benito Villamarín está en un punto de inflexión, y todos los ojos están puestos en el futuro del estadio y del club. La transformación que se está llevando a cabo no solo cambiará la apariencia del estadio, sino que también podría redefinir la identidad del Real Betis Balompié en los años venideros.