Un incendio devastador en un centro comercial de Kut, Irak, ha dejado un saldo trágico de al menos 69 muertos y 40 heridos, según informes preliminares del Ministerio del Interior iraquí. Este siniestro, que se produjo en la noche del 16 de julio de 2025, ha conmocionado a la nación y ha puesto de manifiesto las preocupaciones sobre la seguridad en las infraestructuras del país.
El fuego, que ya ha sido controlado, se desató en el primer piso del edificio y se propagó rápidamente, lo que ha llevado a las autoridades a temer que el número de víctimas pueda aumentar en las próximas horas. Los equipos de bomberos continúan buscando a varias personas que se encuentran desaparecidas. El gobernador de la provincia de Wasit, Mohammed al-Miyahi, ha declarado tres días de luto y ha anunciado que se tomarán acciones legales contra el propietario del centro comercial, así como una revisión exhaustiva de las medidas de seguridad del edificio.
### Un Centro Comercial Nuevo y Vulnerable
El centro comercial, que contaba con cinco plantas y había abierto sus puertas apenas una semana antes del incendio, incluía un hipermercado y un restaurante. La rapidez con la que se propagó el fuego ha generado inquietud entre los ciudadanos, quienes cuestionan la efectividad de las normas de seguridad en un país donde la infraestructura ha sido severamente afectada por años de conflicto y negligencia.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del incendio, y se espera que los primeros resultados se hagan públicos en un plazo de 48 horas. La falta de cumplimiento de las normativas de seguridad en la construcción es un problema recurrente en Irak, donde los incendios y otros accidentes mortales son comunes, especialmente durante los meses de verano, cuando las temperaturas pueden alcanzar los 50 grados Celsius.
La tragedia ha resonado profundamente en la comunidad local. Nasir al-Quraishi, un médico de 50 años, ha compartido su dolor tras perder a cinco miembros de su familia en el siniestro. «Nos ha golpeado un desastre. Fuimos al centro comercial a comprar comida, preparar alimentos y escapar de los cortes de electricidad en casa», relató. Su testimonio refleja el impacto emocional que este evento ha tenido en las familias afectadas.
### La Seguridad en el Sector de la Construcción
La tragedia en Kut no es un incidente aislado. En septiembre de 2023, un incendio en un salón de bodas abarrotado resultó en la muerte de al menos 100 personas, mientras que en julio de 2021, un incendio en una unidad covid de un hospital cobró la vida de más de 60 personas. Estos eventos han puesto de relieve la necesidad urgente de revisar y reforzar las normativas de seguridad en el país.
Las infraestructuras en Irak han sido objeto de un deterioro significativo debido a décadas de conflictos y falta de inversión en el sector. La corrupción y la falta de supervisión han contribuido a que muchas construcciones no cumplan con los estándares de seguridad necesarios. Esto ha llevado a un aumento en la frecuencia de incendios y otros accidentes, lo que pone en riesgo la vida de los ciudadanos.
La situación se complica aún más por la falta de recursos y la ineficiencia de los servicios de emergencia, que a menudo se ven desbordados ante la magnitud de los desastres. La respuesta a emergencias en Irak ha sido criticada en numerosas ocasiones, y la tragedia de Kut podría ser un catalizador para que las autoridades reconsideren sus políticas y prácticas en materia de seguridad.
El incendio en el centro comercial de Kut es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la seguridad en Irak y de la necesidad de un cambio estructural en la forma en que se gestionan las infraestructuras y la seguridad pública. A medida que las familias lloran la pérdida de sus seres queridos, la nación enfrenta un momento crítico que podría definir su futuro en términos de seguridad y bienestar.
La comunidad internacional también observa con atención, ya que la estabilidad de Irak es crucial para la región. La tragedia en Kut podría ser una oportunidad para que las autoridades y la sociedad civil trabajen juntas en la implementación de medidas que garanticen la seguridad de los ciudadanos y prevengan futuros desastres. La esperanza es que, a través de la tragedia, surjan lecciones que lleven a un Irak más seguro y resiliente.