El Grupo Parlamentario Sumar ha manifestado su firme oposición a la propuesta del Partido Popular de retrasar el cierre de las centrales nucleares en España. La portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, ha declarado que su grupo se compromete a ser «garantes» de que el calendario de cierre establecido no se modifique. Esta postura se enmarca dentro de un enfoque más amplio hacia la transición energética, donde Sumar aboga por un aumento en la capacidad de energías renovables y una mejora en su almacenamiento.
Martínez ha enfatizado que el fortalecimiento de la transición energética no debe recaer sobre los consumidores, sino que debe ser asumido por aquellos que se benefician económicamente de la producción de electricidad en el país. «Es fundamental que quienes se enriquecen con la electricidad asuman la responsabilidad de financiar esta transición», ha subrayado.
La crítica hacia el Partido Popular también ha sido contundente. Àgeda Micó, portavoz de Compromís dentro de Sumar, ha calificado de «indecente» el apoyo del PP a las energías nucleares, argumentando que esto desvirtúa el debate sobre la energía y revela intereses económicos ocultos. Micó ha instado a que el debate sobre la energía sea serio y democrático, y ha prometido que desde Compromís se trabajará para que así sea.
La propuesta del Partido Popular, que ha sido registrada en el Congreso, busca extender la vida útil de las centrales nucleares más allá de su fecha de cierre programada. Esta iniciativa plantea que, en caso de que la empresa titular de la central solicite una prórroga, el Gobierno deberá autorizarla si cuenta con un informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear. Además, se contempla la posibilidad de que el Gobierno mantenga operativa una central nuclear incluso si la empresa titular solicita su cierre, siempre que existan razones de seguridad y continuidad en el suministro eléctrico.
Este debate sobre el futuro de la energía en España se produce en un contexto donde la transición hacia fuentes renovables es cada vez más urgente. La necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles y minimizar el impacto ambiental ha llevado a muchos grupos políticos a abogar por un cambio hacia energías más limpias y sostenibles. Sin embargo, la controversia sobre el papel de la energía nuclear sigue siendo un tema divisivo en la política española.
La postura de Sumar refleja una creciente preocupación por el impacto ambiental y la sostenibilidad a largo plazo. La transición energética no solo implica un cambio en la forma en que se produce y consume energía, sino también en cómo se gestionan los recursos y se distribuyen los costos asociados a esta transformación. La propuesta del PP, al buscar extender la vida de las nucleares, ha sido vista por Sumar como un retroceso en los esfuerzos por avanzar hacia un modelo energético más sostenible.
A medida que el debate avanza, la presión sobre los partidos políticos para que tomen una posición clara sobre el futuro energético de España se intensifica. La capacidad de los partidos para abordar estos temas de manera efectiva y responsable será crucial en los próximos años, especialmente a medida que el cambio climático y la necesidad de una transición energética se convierten en prioridades globales.
La discusión sobre el cierre de las centrales nucleares y el impulso de las energías renovables es solo una parte de un panorama más amplio que incluye la seguridad energética, la economía y el bienestar social. La forma en que se manejen estos temas en el Congreso y en la sociedad en general tendrá un impacto duradero en el futuro energético de España y en su compromiso con la sostenibilidad.