Sara Montiel, nacida como María Antonia Abad Fernández en 1928 en Campo de Criptana, se ha convertido en un símbolo de la cultura española y un referente para muchas generaciones. Su vida y carrera, que abarcan desde sus humildes orígenes hasta su estrellato en Hollywood, son el eje central de la nueva docuserie «Súper Sara», dirigida por Valeria Vegas. Este documental, que se estrena el 13 de junio en Max, busca redescubrir a esta figura icónica, que desafió las normas de su tiempo y dejó una huella imborrable en la historia del cine.
La serie se compone de tres episodios que exploran no solo su carrera cinematográfica, sino también su vida personal, sus amores y las dificultades que enfrentó. Desde sus inicios en el cine español en los años 40, donde comenzó con papeles modestos, hasta su ascenso a la fama internacional, Montiel se destacó por su talento y carisma. La directora Valeria Vegas destaca que Sara fue la primera gran estrella del cine español, logrando que el público asistiera a las salas de cine solo por su presencia, sin importar la trama de las películas.
### Un Viaje desde el Cine Español a Hollywood
El camino de Sara Montiel hacia la fama no fue fácil. Su primer gran amor, el escritor Miguel Mihura, le aconsejó que buscara oportunidades en el extranjero. Este consejo la llevó a México, donde rápidamente conquistó al público. Su éxito en el país azteca le abrió las puertas de Hollywood, donde trabajó en películas como «Veracruz» (1954) y «Serenade» (1956). Durante su tiempo en Estados Unidos, se casó con el director Anthony Mann y tuvo la oportunidad de codearse con grandes estrellas de la época, como Greta Garbo y James Dean.
Sin embargo, tras cinco años en Hollywood, Montiel decidió regresar a España para protagonizar «El último cuplé» (1957), una decisión que resultó ser crucial para su carrera. Este filme no solo fue un éxito rotundo, sino que también marcó su regreso definitivo al cine español, donde se convirtió en un ícono. La directora del documental señala que, aunque había alcanzado el estatus de estrella en Hollywood, se dio cuenta de que en España era reconocida como Sara Montiel, un nombre que resonaba con fuerza en la industria.
A partir de ahí, su carrera despegó, y películas como «La violetera» (1958) la catapultaron a la fama internacional. Montiel se convirtió en un símbolo de sensualidad y glamour en una España marcada por el franquismo, interpretando a mujeres que encarnaban el ideal de la femme fatale. Sin embargo, su éxito profesional no siempre se tradujo en felicidad personal. La actriz enfrentó múltiples tragedias en su vida, incluyendo hasta nueve abortos, lo que la dejó con un profundo sentimiento de frustración en una época en la que la maternidad era un aspecto fundamental de la vida de las mujeres.
### La Lucha por la Libertad y la Dignidad
La vida personal de Sara Montiel estuvo marcada por relaciones tumultuosas y un deseo constante de ser libre. Tras su divorcio de Mann, se casó con el industrial José Vicente Ramírez, pero este matrimonio duró solo dos meses debido a la presión que él ejerció para que ella abandonara su carrera. Posteriormente, encontró el amor en Pepe Tous, con quien adoptó a sus dos hijos, Thais y Zeus. La muerte de Tous en 1992 fue un golpe devastador para Montiel, quien nunca se recuperó del todo de esa pérdida.
A lo largo de su vida, Montiel se enfrentó a la crítica de los medios de comunicación, que a menudo la ridiculizaban en sus últimos años. A pesar de su éxito y su estatus como ícono, la actriz fue objeto de ataques por su forma de envejecer y por su estilo de vida. La docuserie incluye testimonios de amigos y colegas que coinciden en que los medios fueron injustos con ella, negándole el derecho a envejecer con dignidad. Sara Montiel siempre fue una mujer libre, y esa libertad fue lo que la llevó a ser atacada, especialmente en su vejez.
La serie «Súper Sara» no solo busca rendir homenaje a su legado artístico, sino también a su lucha por la libertad personal. Montiel dejó un mensaje claro: vivir la vida sin pedir perdón, siempre que no se haga daño a nadie. Su vida y carrera son un testimonio de la importancia de la libertad individual y de la valentía de ser uno mismo, sin importar las críticas. A través de su arte y su vida, Sara Montiel se convirtió en una precursora de la libertad, un legado que sigue inspirando a muchas personas en la actualidad.