La reciente reunión del Comité Militar de la OTAN en Riga ha puesto de relieve las preocupaciones sobre la seguridad en Europa, especialmente en relación con las acciones de Rusia. El almirante italiano Giuseppe Cavo Dragone, máximo responsable militar de la Alianza, hizo una comparación histórica entre las violaciones del espacio aéreo báltico por parte de la Unión Soviética en 1939 y las incursiones actuales de drones y aviones rusos. Esta analogía no solo busca recordar un pasado inquietante, sino también resaltar la continuidad de las amenazas que enfrenta la región.
### Un Eco del Pasado: La Historia como Advertencia
El 25 de septiembre de 1939, los aviones soviéticos violaron el espacio aéreo de Letonia, Lituania y Estonia, marcando el inicio de una serie de agresiones que culminarían en la ocupación de estos países. Cavo Dragone subrayó que estas acciones no eran meras provocaciones, sino una clara señal de la intención de Moscú de imponer su voluntad sobre sus vecinos. Esta reflexión histórica resuena en el contexto actual, donde las violaciones del espacio aéreo por parte de Rusia han aumentado significativamente, generando preocupación entre los países bálticos y otros miembros de la OTAN.
La reunión en Riga se llevó a cabo en un momento crítico, ya que el Consejo del Atlántico Norte se ha reunido en varias ocasiones bajo el Artículo 4, que permite a los miembros consultar sobre amenazas a la integridad territorial. Países como Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Noruega, Polonia y Rumanía han reportado violaciones de su espacio aéreo, lo que ha llevado a un aumento en la cooperación militar y la preparación defensiva en la región. La percepción de Rusia como una amenaza a largo plazo a la seguridad euroatlántica fue reafirmada por el presidente letón Edgars Rinkevics, quien enfatizó la necesidad de una respuesta unificada y contundente ante estas provocaciones.
### La Amenaza Híbrida: Más Allá de la Guerra Convencional
La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha cambiado drásticamente el panorama de seguridad en Europa. Los líderes militares presentes en la reunión de Riga coincidieron en que las acciones de Rusia no se limitan a la agresión militar convencional, sino que también incluyen tácticas de guerra híbrida. El mayor general Kaspars Pudans, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Letonia, destacó que la agresión rusa se manifiesta en múltiples frentes, desde intrusiones en el espacio aéreo hasta campañas de desinformación y ciberataques.
Pudans advirtió que estas amenazas son parte de una estrategia más amplia que busca desestabilizar a Europa y remodelar las normas internacionales. La manipulación de instituciones democráticas y la coerción económica son tácticas que han sido empleadas por Rusia y Bielorrusia, lo que ha llevado a un aumento en la presión migratoria en la frontera letona. Este año, Letonia ha rechazado a unos 10,000 migrantes y solicitantes de asilo, lo que refleja la complejidad de la situación y la necesidad de una respuesta coordinada entre los países de la OTAN.
La guerra en Ucrania ha sido descrita como un «laboratorio para la guerra moderna», donde las fuerzas convencionales se entrelazan con ciberataques y desinformación. Este nuevo enfoque de la guerra ha llevado a los líderes militares a reevaluar sus estrategias y tácticas, buscando adaptarse a un entorno de seguridad en constante cambio. La importancia de la cooperación internacional y la preparación conjunta se ha vuelto más evidente que nunca, ya que las amenazas no conocen fronteras y requieren una respuesta unificada.
La reunión del Comité Militar de la OTAN en Riga no solo ha servido para abordar las preocupaciones inmediatas sobre la seguridad en Europa, sino que también ha puesto de manifiesto la necesidad de una estrategia a largo plazo que contemple las diversas formas de agresión que enfrenta la Alianza. La disuasión y la defensa colectivas son fundamentales para garantizar la estabilidad en la región, y los líderes militares están comprometidos a fortalecer estos aspectos en respuesta a las amenazas emergentes.
En este contexto, es crucial que los países de la OTAN continúen trabajando juntos para enfrentar los desafíos que plantea Rusia y otras amenazas a la seguridad euroatlántica. La historia nos enseña que la vigilancia y la cooperación son esenciales para mantener la paz y la estabilidad en un mundo cada vez más complejo y peligroso.