El Parlamento Vasco ha celebrado recientemente el Día de la Memoria, un evento significativo que busca recordar a las víctimas de la violencia terrorista y política en la región. Este acto, que se lleva a cabo anualmente, se ha convertido en un espacio de reflexión y homenaje a aquellos que han sufrido a causa de la violencia, pero también ha puesto de manifiesto las divisiones políticas que persisten en la sociedad vasca.
La ceremonia, que tuvo lugar frente a la escultura ‘Gauerdiko Iparrorratza-Brújula de medianoche’, fue presidida por la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, y el lehendakari Imanol Pradales. A pesar de la solemnidad del evento, la ausencia de representantes del Partido Popular (PP) y Vox fue notable, lo que generó un ambiente de controversia y debate sobre la memoria histórica y el reconocimiento de todas las víctimas de la violencia.
### La Controversia de la Memoria Histórica
La memoria histórica en el País Vasco es un tema delicado y complejo. Durante el acto, se llevó a cabo un minuto de silencio y una ofrenda floral en honor a las víctimas, pero la falta de participación de ciertos partidos políticos ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre la inclusión de todas las voces en este proceso de memoria. El PP y Vox han manifestado su desacuerdo con la forma en que se recuerda a las víctimas, argumentando que se debe dar prioridad a las víctimas del terrorismo, en lugar de incluir a aquellos que han sufrido por otros tipos de violencia política.
Esta postura ha llevado a la creación de actos paralelos, como el que organizó el PP en el monolito a las víctimas del terrorismo en Vitoria. La división en la conmemoración de este día refleja las tensiones políticas que aún persisten en la sociedad vasca, donde el recuerdo de la violencia y sus consecuencias sigue siendo un tema polarizador.
Por otro lado, la concentración de familiares de presos de ETA, convocada por la asociación Etxerat, también ha añadido una capa de complejidad a la discusión sobre la memoria. Estos familiares pidieron el reconocimiento oficial como víctimas a las 16 personas que fallecieron en accidentes de tráfico mientras viajaban para visitar a sus allegados en cárceles fuera de Euskadi. Esta demanda pone de relieve la necesidad de un enfoque más inclusivo en la memoria histórica, que reconozca el sufrimiento de todas las personas afectadas por la violencia, independientemente de su afiliación política o ideológica.
### La Importancia de la Inclusión en el Reconocimiento de Víctimas
El Día de la Memoria no solo es un momento para recordar a las víctimas, sino también una oportunidad para reflexionar sobre cómo se construye la memoria colectiva en una sociedad marcada por la violencia. La inclusión de todas las voces es fundamental para avanzar hacia una reconciliación genuina. La memoria histórica no debe ser un instrumento de división, sino un medio para sanar las heridas del pasado y construir un futuro más pacífico.
La portavoz de Etxerat, Naroa Hernández, hizo un llamado a las instituciones y partidos políticos para que utilicen todas las herramientas a su disposición para lograr un reconocimiento institucional de las víctimas de accidentes de tráfico relacionados con las visitas a presos. Este tipo de reconocimiento es esencial para validar el sufrimiento de estas personas y para fomentar un diálogo constructivo sobre la memoria y la justicia.
El acto central del Día de la Memoria, que se celebró en Vitoria, incluyó testimonios de varias víctimas del terrorismo y de la violencia política. Escuchar estas historias es crucial para entender la magnitud del sufrimiento causado por la violencia y para reconocer que cada víctima tiene una historia que merece ser contada. La empatía y la comprensión son pasos necesarios para construir un futuro en el que la violencia no tenga cabida.
En este contexto, es importante que las instituciones vascas se comprometan a trabajar en la construcción de una memoria colectiva que incluya a todas las víctimas, sin distinción. Esto implica no solo reconocer el sufrimiento de las víctimas del terrorismo, sino también el de aquellos que han sido afectados por otras formas de violencia política. La memoria debe ser un espacio de inclusión, donde todas las voces sean escuchadas y respetadas.
La celebración del Día de la Memoria en el Parlamento Vasco es un recordatorio de que la lucha por la justicia y el reconocimiento de las víctimas continúa. A medida que la sociedad vasca avanza hacia el futuro, es esencial que se fomente un diálogo abierto y honesto sobre el pasado, que permita a todos los actores involucrados encontrar un terreno común en la búsqueda de la paz y la reconciliación. La memoria no debe ser un campo de batalla político, sino un espacio para la reflexión, el respeto y la sanación.
