El politólogo uruguayo-israelí Alberto Spektorowski ha generado un intenso debate tras sus declaraciones sobre el conflicto palestino-israelí y su comparación con el proceso de paz en Euskadi. En un reciente encuentro en Bilbao, Spektorowski, quien fue parte del Grupo Internacional de Contacto que facilitó el diálogo con ETA, abordó la situación actual en Gaza y la postura de la izquierda europea respecto a este conflicto. Su análisis ha suscitado reacciones diversas, especialmente en un contexto donde el antisemitismo ha cobrado relevancia en el discurso político europeo.
### La transición de la violencia a la política: un paralelismo con ETA
Spektorowski ha señalado que el proceso de desarme de ETA podría servir como un modelo para Hamás. Según él, la organización palestina debería seguir el ejemplo del grupo terrorista vasco y optar por el desarme, lo que, a su juicio, les permitiría ganar más en términos políticos que continuar con una resistencia armada. Esta afirmación resuena en un momento en que la violencia en Gaza ha dejado un saldo devastador, y la comunidad internacional observa con creciente preocupación.
El politólogo destaca que, tras 14 años del fin de la violencia en Euskadi, la región ha experimentado una transformación notable. La sociedad vasca ha logrado resolver sus problemas políticos a través del diálogo, lo que contrasta con la situación actual en Gaza, donde la violencia sigue siendo la norma. Spektorowski argumenta que la transición de un movimiento de resistencia a un partido político democrático, como ocurrió con ETA, es un fenómeno previsible y que puede ofrecer lecciones valiosas para otros conflictos.
Sin embargo, su análisis no se detiene en la comparación entre ETA y Hamás. También reflexiona sobre cómo EH Bildu, el partido que ha capitalizado el fin de ETA, ha adoptado una postura beligerante hacia Israel. Spektorowski considera que esta actitud no es sorprendente, dado que la izquierda europea ha buscado nuevas banderas movilizadoras en un contexto donde la derecha radical ha ganado terreno. La causa palestina ha emergido como un nuevo símbolo de resistencia, aunque él critica la forma en que se ha alineado con movimientos que, según él, son incompatibles con los valores progresistas.
### Antisemitismo y la percepción de Israel en Europa
Uno de los puntos más controvertidos de las declaraciones de Spektorowski es su afirmación sobre el antisemitismo en la izquierda europea. Asegura que, aunque existe una crítica legítima hacia las acciones de Israel, esta se ha visto distorsionada por un fenómeno que él denomina ‘islamogauchismo’. Este término se refiere a la alianza entre ciertos sectores de la izquierda y movimientos islamistas, que, según él, termina por debilitar la lucha por los derechos humanos y la justicia social.
Spektorowski sostiene que la narrativa de genocidio en Gaza, que ha ganado fuerza en algunos círculos, es errónea. Argumenta que no se puede calificar de genocidio una situación en la que una parte significativa de la población israelí es árabe y donde los palestinos también viven en condiciones que no se asemejan a un exterminio sistemático. Esta perspectiva ha generado críticas, especialmente en un momento en que las cifras de víctimas en Gaza son alarmantes.
El politólogo también se refiere al papel del presidente español, Pedro Sánchez, en la crisis actual. Lo califica de negativo e irrelevante, sugiriendo que su interés en la causa palestina es más político que humanitario. Esta afirmación pone de relieve la complejidad de las relaciones internacionales y cómo los líderes pueden utilizar conflictos para fortalecer su posición interna.
La percepción de la causa palestina en Euskadi, donde muchos ven a los palestinos como un pueblo originario en lucha contra el colonialismo, es otro aspecto que Spektorowski aborda. Sin embargo, advierte que esta visión simplista ignora la historia y la conexión de los judíos con la tierra. La narrativa de la colonización, según él, es un error que puede tener consecuencias desastrosas para los palestinos, ya que no reconoce la legitimidad de su propia historia.
En este contexto, la crítica a Israel se ha intensificado, y la opinión pública parece haberse polarizado. Spektorowski concluye que, aunque Israel ha perdido la batalla en el tribunal de la opinión pública internacional, existe una opinión oculta que sigue siendo favorable al estado judío. Esta dualidad en la percepción pública refleja la complejidad del conflicto y la dificultad de encontrar un terreno común en el debate político actual.
Las declaraciones de Alberto Spektorowski han abierto un espacio para la reflexión sobre el papel de la política en la resolución de conflictos y la necesidad de un diálogo constructivo que trascienda las ideologías. En un mundo donde las narrativas se entrelazan y las emociones a menudo nublan el juicio, su llamado a la razón y al entendimiento mutuo es más relevante que nunca.
