La industria automotriz en España ha mostrado signos de recuperación en marzo de 2025, con un incremento del 6,9% en la producción de vehículos en comparación con el mismo mes del año anterior. Este crecimiento se traduce en 208.778 nuevas unidades producidas, según datos de la asociación de fabricantes de vehículos. Sin embargo, a pesar de este repunte, el acumulado anual sigue siendo negativo, con una caída del 9,8% y un total de 590.882 vehículos producidos en lo que va del año.
El director general de la asociación de fabricantes, José López-Tafall, ha señalado que este aumento en marzo representa un punto de inflexión para la industria, atribuyéndolo a los esfuerzos de los fabricantes para ajustar sus cadenas de producción y a la estacionalidad habitual en la producción de vehículos. A pesar de este optimismo, López-Tafall ha enfatizado que la mejora debe consolidarse y que esto dependerá de la estabilización del mercado y la recuperación de la demanda, especialmente en Europa, así como de la evolución de la situación geopolítica y los aranceles.
### Exportaciones como Pilar Fundamental
Las exportaciones han sido un factor clave en el crecimiento de la producción automotriz. En marzo, se exportaron 180.495 vehículos fabricados en España, lo que representa un aumento del 3,7%. Sin embargo, al igual que la producción, el acumulado anual de exportaciones también se mantiene en negativo, con 500.817 vehículos exportados y una caída del 13,6%. A pesar de esto, el 86,5% de los vehículos producidos en España se destina al mercado exterior, siendo Europa el principal receptor, con un 93% de las exportaciones dirigidas a estos mercados.
Entre los países que han destacado en la importación de vehículos españoles, Turquía ha ascendido al cuarto puesto, con un crecimiento del 8,4% en marzo, superando a Italia. Francia, Alemania y Reino Unido siguen liderando la lista, aunque todos han experimentado caídas superiores al 10% en el acumulado del año. Por otro lado, el mercado japonés ha mostrado una notable recuperación, con un crecimiento del 234,8% en el primer trimestre, rompiendo la tendencia negativa de años anteriores.
### Crecimiento de Vehículos Alternativos
Un aspecto destacado en la producción de marzo es el aumento significativo de los vehículos alternativos, que incluyen eléctricos, híbridos enchufables, híbridos convencionales, gas natural y GLP. Estos vehículos representaron el 40,2% de la producción total, con 83.927 unidades, lo que implica un impresionante aumento del 93,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento se debe principalmente a los híbridos convencionales, que aumentaron un 116,4%, constituyendo el 28,7% de la producción total.
En cuanto a los vehículos electrificados, que incluyen tanto los eléctricos de batería (BEV) como los híbridos enchufables (PHEV), la cuota de producción en marzo se situó en el 9,5%, lo que representa una ligera disminución en comparación con el mismo periodo de 2024. En total, se fabricaron 19.802 vehículos electrificados, un 3% más que en marzo del año anterior. Los híbridos enchufables mostraron un aumento del 36,5%, alcanzando las 9.375 unidades, mientras que los eléctricos puros experimentaron un retroceso del 15,6%, con 10.427 unidades producidas.
En el acumulado del año, los vehículos electrificados suman 57.920 unidades, lo que representa un aumento del 8% en comparación con el mismo periodo de 2024, y constituyen el 9,8% de la producción general, superando en más de un punto y medio el porcentaje del año anterior. Este crecimiento en la producción de vehículos alternativos refleja una tendencia hacia la sostenibilidad y la electrificación en la industria automotriz, alineándose con las demandas del mercado y las políticas medioambientales.
La industria automotriz española se encuentra en un momento crucial, donde la recuperación de la producción y el aumento de las exportaciones son señales positivas. Sin embargo, la consolidación de estos avances dependerá de factores externos como la demanda del mercado europeo y la situación geopolítica, así como de la capacidad de los fabricantes para adaptarse a las nuevas tendencias de movilidad sostenible.