Los trabajadores de Bridgestone, tanto de la planta de Basauri en Bizkaia como de la de Puente San Miguel en Cantabria, se preparan para una manifestación significativa en Madrid. La concentración está programada para el lunes 5 de mayo frente a la embajada de Japón, país de origen de la multinacional, en respuesta al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a un total de 546 empleados, de los cuales 335 pertenecen a la planta vizcaína y 211 a la cántabra.
La situación ha generado un gran descontento entre los trabajadores, quienes han expresado su rechazo a las medidas propuestas por la empresa. En este contexto, se han organizado varias acciones de protesta, incluyendo marchas desde Basauri a Bilbao, donde los trabajadores han exigido «alternativas reales» al ERE. La indignación ha llevado a los sindicatos a calificar la indemnización por despido, que ha sido incrementada de 20 a 27 días por año, como inaceptable.
La concentración en Madrid se llevará a cabo entre las 12 y las 14 horas, y se espera la participación de al menos 150 personas, incluyendo sindicalistas, trabajadores y familiares. Desde Cantabria, se han organizado tres autobuses que partirán a las 5:30 horas del lunes, mientras que también se desplazarán dos autobuses desde Basauri y uno más desde Burgos, donde se encuentra otra planta de la compañía.
Además de la manifestación, los trabajadores están convocados a secundar nuevas huelgas que coinciden con las reuniones de negociación del ERE. La reunión programada para el lunes es crucial, ya que se considera la penúltima jornada de negociación entre el comité de empresa y la dirección de Bridgestone. El martes 6 de mayo marca el final del periodo legal de consultas, aunque se ha mencionado que este plazo podría prorrogarse si las partes así lo acuerdan.
Los representantes del comité de empresa han señalado que, hasta el momento, no ha habido avances significativos en la negociación, ya que la empresa ha centrado sus esfuerzos en aspectos técnicos, dejando muchos puntos importantes por discutir. Si no se llega a un acuerdo el martes, se podría establecer un calendario para prorrogar las negociaciones. En caso de que no se logre un consenso, la empresa tiene un plazo de 15 días para comunicar al comité su decisión sobre la aplicación del ERE, los despidos y la situación futura de los trabajadores.
La situación en Bridgestone refleja un problema más amplio en el sector industrial, donde las empresas están tomando decisiones difíciles en un contexto económico incierto. Los trabajadores, por su parte, están luchando por sus derechos y por mantener sus empleos, lo que ha llevado a un aumento en la actividad sindical y a la organización de protestas en diversas localidades.
La respuesta de la comunidad y de los sindicatos será crucial en los próximos días, ya que la presión sobre la empresa podría influir en las decisiones que se tomen en relación con el ERE y los despidos. La solidaridad entre los trabajadores de diferentes plantas y la movilización de la comunidad son elementos clave en esta lucha por la defensa del empleo y las condiciones laborales.