El próximo sábado, Bilbao se convertirá en el escenario de un evento que trasciende lo deportivo, con el partido amistoso entre las selecciones de Euskadi y Palestina. Este encuentro, programado para las 20:30 horas en el estadio de San Mamés, ha suscitado una gran expectación, no solo por el juego en sí, sino por las movilizaciones sociales que se han organizado en torno a él. Se espera que más de 50,000 personas asistan al evento, lo que ha llevado a las autoridades a tomar precauciones adicionales para garantizar la seguridad de todos los asistentes.
La Ertzaintza, cuerpo policial del País Vasco, ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de disturbios, especialmente debido a la existencia de una convocatoria «no comunicada» por parte de grupos ultras. Bingen Zupiria, consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, ha expresado su inquietud sobre la situación, recordando incidentes recientes que han tenido lugar en el contexto de movilizaciones no autorizadas. En particular, Zupiria ha hecho referencia a los disturbios ocurridos durante un acto de la Falange en Vitoria el pasado 12 de octubre, donde se registraron graves incidentes.
### Movilizaciones Sociales y su Contexto
El partido entre Euskadi y Palestina no es solo un evento deportivo; es también un símbolo de solidaridad con el pueblo palestino. A lo largo del día, se han programado diversas actividades en Bilbao, que incluyen marchas y manifestaciones. La primera de estas movilizaciones comenzará a las 17:30 horas desde el teatro Arriaga, organizada por Gernika-Palestina, Gure Esku y Gu ere bai, con el respaldo de EH Bildu. Esta marcha tiene como objetivo reivindicar la solidaridad con Palestina de manera pacífica y democrática.
Una segunda marcha, convocada por el colectivo Palestinarekin Elkartasuna, partirá a las 18:30 horas desde El Arenal. Este evento contará con la participación de diferentes grupos de animación de equipos vascos y navarros, como Herri Norte, Iñigo Cabacas Herri Harmaila, Indar Gorri, Bultzada Txuriurdina, Iraultza 1921 e Indar Baskonia. La participación de estos grupos ha generado preocupación entre las autoridades, ya que la convocatoria no ha seguido los canales administrativos establecidos, lo que podría dar lugar a situaciones de tensión.
Zupiria ha enfatizado la importancia de que las movilizaciones se realicen de manera ordenada y comunicada, para evitar incidentes que puedan empañar el evento. La Ertzaintza está trabajando en un dispositivo de seguridad que garantice el derecho a la manifestación, pero que también prevenga cualquier altercado que pueda surgir de la presencia de grupos ultras.
### La Respuesta de las Autoridades y la Comunidad
La respuesta de las autoridades ante la situación es clara: se busca garantizar la seguridad de todos los asistentes al partido y a las movilizaciones. La Ertzaintza ha indicado que está preparada para actuar en caso de que se produzcan disturbios, pero también ha manifestado su deseo de permitir que la ciudadanía exprese sus opiniones y reivindicaciones de manera pacífica.
El consejero de Seguridad ha instado a la población a participar en las movilizaciones de forma democrática y respetuosa, recordando que la solidaridad con Palestina es un derecho que debe ser ejercido sin miedo a represalias. Sin embargo, la falta de comunicación de algunas convocatorias ha generado un clima de incertidumbre, tanto entre los organizadores de las marchas como entre las fuerzas de seguridad.
La comunidad local también ha reaccionado ante la situación. Muchos ciudadanos han expresado su apoyo a las movilizaciones y han manifestado su deseo de que el evento se desarrolle sin incidentes. Sin embargo, otros han mostrado su preocupación por la posibilidad de que grupos radicales intenten aprovechar la ocasión para generar disturbios, lo que podría poner en riesgo la seguridad de los asistentes.
La situación es compleja y refleja las tensiones que existen en torno a temas políticos y sociales en la región. El partido Euskadi-Palestina se presenta como una oportunidad para la expresión de la solidaridad, pero también como un posible punto de conflicto. Las autoridades están en alerta y han hecho un llamado a la responsabilidad tanto de los organizadores como de los asistentes, para que el evento se desarrolle en un ambiente de respeto y paz.
En resumen, Bilbao se prepara para un día que promete ser significativo en muchos aspectos. La combinación de un evento deportivo con una fuerte carga simbólica y social ha llevado a las autoridades a implementar medidas de seguridad adicionales. La esperanza es que, a pesar de las preocupaciones, el sábado se convierta en una celebración de la solidaridad y la convivencia pacífica.
