El SD Huesca sufrió una dura derrota en su estadio, El Alcoraz, ante el Racing de Santander en un partido marcado por la controversia y decisiones arbitrales que generaron un gran descontento entre los aficionados y la directiva del club. Este encuentro, crucial en la lucha por el ascenso, se convirtió en un verdadero campo de batalla no solo en el terreno de juego, sino también en la sala de prensa, donde el Huesca expresó su indignación por el arbitraje recibido.
Desde el inicio del partido, el Huesca mostró una actitud ofensiva, logrando adelantarse en el marcador a los 6 minutos gracias a un gol de Iker Kortajarena, quien aprovechó un contragolpe para batir al portero rival. Sin embargo, la situación dio un giro drástico en la segunda mitad, cuando el árbitro Miguel González Díaz, tras una revisión del VAR, decidió expulsar a Miguel Loureiro en el minuto 53. Esta decisión fue el punto de inflexión del encuentro, ya que desestabilizó al equipo local.
La reacción del capitán del Huesca, Jorge Pulido, a la expulsión de Loureiro fue desafortunada. En un gesto que simulaba un atraco, Pulido fue también expulsado, dejando a su equipo con diez jugadores. Esta situación complicó aún más las cosas para el Huesca, que se vio obligado a defenderse ante un Racing que aprovechó la ventaja numérica.
El Racing de Santander, tras la expulsión de Pulido, no tardó en capitalizar su superioridad. Mario García anotó el empate y, poco después, Andrés Martín selló la remontada con un gol que llegó en un momento polémico, ya que el portero del Huesca estaba en el suelo tras una lesión. Este gol, que se produjo en el contexto de un equipo local ya diezmado, desató aún más la frustración entre los seguidores del Huesca.
La situación se tornó aún más caótica cuando Hugo Vallejo fue expulsado en el minuto 94 por acumulación de tarjetas amarillas. Con solo ocho jugadores en el campo, el Huesca no pudo evitar que Juan Carlos Arana anotara el tercer gol del Racing en el tiempo de descuento, sellando así una derrota por 1-3 que dejó a los locales devastados.
En respuesta a esta situación, la SD Huesca emitió un comunicado oficial en el que expresaba su descontento con la actuación del árbitro. En el comunicado, el club lamentó que el arbitraje hubiera condicionado el resultado del encuentro y criticó la implementación del VAR, argumentando que no cumplió con su propósito de sancionar las jugadas claras y manifiestas. El Huesca solicitó un trato arbitral equitativo y pidió al Comité Técnico de Árbitros que tenga en cuenta la designación de árbitros que no estén implicados en los mismos objetivos deportivos que el club.
La indignación del Huesca no es un caso aislado, ya que a lo largo de la temporada han habido varias decisiones arbitrales que han perjudicado al equipo. La directiva del club enfatizó que el fútbol debe ser un deporte justo y que las decisiones arbitrales no deberían tener la capacidad de influir en el resultado de un partido o en el desarrollo de una temporada.
Este episodio en El Alcoraz ha puesto de manifiesto la creciente tensión entre los clubes y la arbitraje en el fútbol español, especialmente en una temporada donde la lucha por el ascenso es más intensa que nunca. La SD Huesca, al igual que otros clubes, busca un cambio en la forma en que se gestionan las decisiones arbitrales y el uso del VAR, con la esperanza de que se restablezca la justicia en el deporte.
El próximo partido del Huesca será crucial para sus aspiraciones de ascenso, y será interesante ver cómo el equipo se recupera de esta dura derrota y de la controversia que la rodeó. La presión está sobre ellos para demostrar que pueden superar los obstáculos y seguir luchando por su objetivo en la liga.