La sanidad pública en el País Vasco enfrenta un desafío significativo: la escasez de médicos. Para abordar esta situación, Osakidetza ha implementado un plan estratégico destinado a atraer a jóvenes médicos residentes, tanto de la región como de otras comunidades autónomas. Esta iniciativa busca no solo cubrir las vacantes existentes, sino también fidelizar a los profesionales que finalizan su formación.
El consejero de Salud, Alberto Martínez, ha destacado que el objetivo es captar talento médico de manera inmediata para garantizar la cobertura adecuada en los servicios de salud. Para ello, se han diseñado condiciones laborales atractivas que incluyen contratos de tres años y salarios que superan los 56,000 euros anuales. Este enfoque busca mitigar el déficit de facultativos que afecta a la sanidad vasca, especialmente en Atención Primaria.
Osakidetza ha lanzado una oferta de empleo público (OPE) que incluye 143 plazas de difícil cobertura, con 400 médicos ya inscritos. Esta OPE se centra en áreas que tradicionalmente han sido menos atractivas para los médicos, como los turnos de tarde en centros urbanos o consultorios en zonas rurales. Las plazas disponibles incluyen 108 en Medicina de Familia, 18 en Pediatría, 12 en Psiquiatría extrahospitalaria y cinco en Psiquiatría Infantil extrahospitalaria.
Además de los incentivos salariales, el plan de Osakidetza ofrece condiciones laborales que favorecen la conciliación de la vida laboral y familiar. Los médicos tendrán acceso a 28 días laborables de vacaciones, seis días de asuntos propios y derechos de conciliación, así como mejoras retributivas y acceso a la EPSV Itzarri, un plan de pensiones para los empleados.
El Departamento de Salud ha llevado a cabo varias reuniones con médicos en su último año de formación para presentarles estas medidas. La estrategia no solo se limita a atraer a médicos que se forman en Euskadi, sino que también busca captar a aquellos que se están formando en otras comunidades autónomas. Esto es fundamental para abordar la crisis de escasez de médicos que enfrenta la sanidad vasca.
Durante un reciente Pleno de control en el Parlamento Vasco, el consejero Martínez fue cuestionado sobre las acciones del Gobierno para hacer frente a esta crisis. En su respuesta, subrayó que la situación es insólita y que se están tomando todas las medidas posibles dentro del ámbito competencial. Entre estas medidas, se ha propuesto la jubilación voluntaria a los 72 años y la reducción de un año en la formación de los médicos internos residentes (MIR), aunque estas propuestas han recibido una respuesta silenciosa del Ministerio de Sanidad.
La OPE de difícil cobertura, lanzada la semana pasada, es parte de un esfuerzo más amplio para estabilizar la plantilla de Osakidetza. Se espera que, al finalizar el año, se convoquen otras 4,200 plazas, lo que contribuirá a reducir la eventualidad del 35% al 10%. Esta estabilización es crucial para garantizar un servicio de salud de calidad y para atraer a nuevos profesionales al sistema.
La situación actual en la sanidad vasca es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas regiones en España, donde la falta de médicos está generando preocupaciones sobre la calidad de la atención sanitaria. Las medidas adoptadas por Osakidetza son un paso importante hacia la solución de este problema, pero se requiere un compromiso continuo y un enfoque proactivo para garantizar que la atención médica en el País Vasco no se vea comprometida en el futuro.
En resumen, la estrategia de Osakidetza para atraer y retener médicos jóvenes es un esfuerzo significativo para abordar la escasez de profesionales en la sanidad pública. Con condiciones laborales atractivas y un enfoque en la conciliación, se espera que estas medidas no solo cubran las vacantes actuales, sino que también fortalezcan el sistema de salud a largo plazo.