En Bizkaia, un cambio significativo se está gestando en la movilidad urbana. Tradicionalmente, el crecimiento del tráfico viario ha estado estrechamente relacionado con el aumento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, recientes estudios revelan que esta relación está comenzando a desvanecerse. Mientras que el PIB de Bizkaia creció un 2,3% el año pasado, el tráfico en las carreteras forales solo aumentó un 1,8%. Este fenómeno es aún más notable en el caso de los camiones, cuyo incremento fue de apenas un 0,6%.
La clave de esta transformación radica en las políticas de movilidad sostenible implementadas por la Diputación y otras instituciones públicas. Según Carlos Alzaga, diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, cada vez más ciudadanos optan por el transporte público para sus desplazamientos diarios. Esta tendencia se ha evidenciado en un estudio sobre la evolución del tráfico por carretera en Bizkaia, presentado recientemente en el centro de control del Peñaskal, que supervisa las incidencias en la Variante Sur Metropolitana y los túneles de Artxanda.
Uno de los aspectos más destacados del estudio es la disminución del uso del automóvil privado para acceder a Bilbao. En 2024, se registró una reducción del 1,4% en el número de vehículos que ingresan a la capital vizcaína, alcanzando un total de 287.538 vehículos al día. Esta tendencia, que se ha mantenido durante las últimas décadas, sugiere un cambio en la mentalidad de los vizcaínos hacia opciones de transporte más sostenibles, como el transporte público y la bicicleta.
El estudio también subraya la importancia de las carreteras de alta capacidad en la red viaria de Bizkaia. A pesar de que estas carreteras representan menos de una quinta parte de la red total (215 de 1.241,4 kilómetros), soportan un tráfico considerable, con un promedio de 41.572 vehículos al día, en comparación con solo 3.528 en las vías convencionales. Esto resalta la necesidad de mantener y mejorar estas infraestructuras para facilitar la movilidad de los conductores.
Otro aspecto analizado en el estudio es el impacto del sistema de pago por uso para vehículos pesados, que ha sido implementado en varias fases. En particular, la segunda fase ha tenido un efecto notable en el tráfico de camiones en el corredor del Txorierri, donde se observó una disminución del 3,8% en el paso de estos vehículos. En contraste, la Supersur, que se presenta como una alternativa, experimentó un aumento del 17,8% en el mismo período.
Rontegi sigue siendo el tramo con mayor volumen de tráfico en Bizkaia, manteniendo cifras similares a años anteriores. Este dato pone de manifiesto que, a pesar de las iniciativas de movilidad sostenible, hay áreas que continúan siendo altamente transitadas.
La evolución del tráfico en Bizkaia es un reflejo de un cambio más amplio hacia una movilidad más sostenible y consciente del medio ambiente. Las políticas públicas están comenzando a dar frutos, y la población parece estar respondiendo positivamente a estas iniciativas. La tendencia hacia el uso del transporte público y otras alternativas sostenibles es un indicativo de que los vizcaínos están adoptando un enfoque más responsable hacia la movilidad, lo que podría tener un impacto significativo en la calidad de vida y el medio ambiente en la región.
A medida que estas tendencias continúan desarrollándose, será crucial para las autoridades locales seguir promoviendo y mejorando las infraestructuras de transporte público y las opciones de movilidad sostenible. La colaboración entre instituciones y la ciudadanía será fundamental para asegurar que Bizkaia avance hacia un futuro más sostenible y menos dependiente del automóvil privado.