La política canadiense, aunque moderna en su estructura, está profundamente enraizada en tradiciones históricas que se remontan a su conexión con el Reino Unido. Una de las manifestaciones más curiosas de esta herencia es el ritual que rodea la elección del speaker de la Cámara de los Comunes, un cargo que, a pesar de su importancia, está impregnado de un simbolismo que evoca tiempos pasados de peligro y responsabilidad. En este contexto, el reciente nombramiento de Francis Scarpaleggia como speaker ha reavivado el interés por las costumbres que rodean este papel crucial en el sistema político canadiense.
La elección de un speaker en Canadá no es solo un trámite administrativo; es un evento que refleja la cultura política del país. El acto de arrastrar al nuevo speaker a su puesto, como ocurrió recientemente con Scarpaleggia, es un gesto que simboliza la transición de poder y la aceptación de una responsabilidad que, en tiempos pasados, podía ser mortal. Este ritual, que se asemeja a lo que ocurre en el Parlamento británico, tiene sus raíces en la historia medieval, donde el speaker era el mensajero del rey, encargado de comunicar las decisiones de la Cámara. La vida del speaker estaba en juego dependiendo de la reacción del monarca a las resoluciones presentadas.
### La Historia Detrás del Cargo
El término ‘speaker’ proviene del inglés antiguo y se refiere a la persona que habla en nombre de otros. En el contexto del Parlamento, el speaker es responsable de mantener el orden durante las sesiones, asegurando que las reglas se sigan y que todos los miembros tengan la oportunidad de expresarse. Sin embargo, esta responsabilidad no siempre fue vista como un honor. En la Inglaterra medieval, el speaker podía ser visto como un chivo expiatorio, y su vida podía estar en peligro si las decisiones de la Cámara no eran del agrado del rey. Esta tradición de riesgo ha dejado una huella en la forma en que se percibe el cargo hasta el día de hoy.
Uno de los casos más notorios en la historia del cargo fue el de Sir William Laud, quien fue ejecutado durante la Revolución Gloriosa. Su destino trágico subraya la seriedad de la función y el peso que conlleva ser el portavoz de la Cámara. A pesar de que los tiempos han cambiado y la democracia ha evolucionado, el simbolismo de la elección del speaker sigue siendo un recordatorio de los peligros que enfrentaban aquellos que ocupaban este puesto en el pasado.
### Normas y Costumbres en el Parlamento Canadiense
El Parlamento canadiense, aunque influenciado por el modelo británico, ha desarrollado sus propias normas y costumbres a lo largo de los años. Una de las diferencias más notables es la prohibición del aplauso en las sesiones. En lugar de aplaudir, los parlamentarios canadienses expresan su aprobación con el grito de «hear, hear», un eco de la tradición británica que busca mantener un ambiente de respeto y orden durante las discusiones. Esta norma refleja un enfoque más formal y controlado en comparación con otros sistemas legislativos donde el aplauso es común.
Además, existen diferencias en la forma en que los parlamentarios pueden dirigirse entre sí. En el Parlamento británico, un miembro solo puede hablar si está de pie y no puede dirigirse directamente a otro diputado, lo que evita enfrentamientos personales. En Canadá, aunque se siguen ciertas pautas, hay más flexibilidad en la interacción entre los miembros, lo que puede llevar a un ambiente más dinámico, aunque también más caótico.
El speaker canadiense, a diferencia de su homólogo británico, no tiene la libertad de diseñar su propio escudo de armas ni de contar con una habitación privada en el Parlamento. Estas restricciones reflejan una estructura más austera y un enfoque en la igualdad entre los miembros, en lugar de jerarquías marcadas. La figura del speaker en Canadá, aunque respetada, no goza de los mismos privilegios que en el Reino Unido, lo que resalta las diferencias culturales y políticas entre ambos países.
La reciente elección de Francis Scarpaleggia y el ritual que la acompañó son un recordatorio de cómo las tradiciones pueden perdurar a lo largo del tiempo, adaptándose a nuevas realidades mientras mantienen viva la conexión con el pasado. En un mundo donde la política a menudo se ve como un campo de batalla, estos rituales ofrecen un respiro y una oportunidad para reflexionar sobre la historia y la evolución de la democracia en Canadá. La figura del speaker, con su rica historia y simbolismo, sigue siendo un pilar fundamental en el funcionamiento del Parlamento canadiense, un vínculo tangible con las tradiciones que han moldeado la política moderna.