La reciente final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el FC Barcelona ha dejado una huella imborrable en los aficionados, no solo por el resultado, sino también por los incidentes que se produjeron en los minutos finales del encuentro. La tensión acumulada durante el partido culminó en un episodio polémico que involucró al defensor del Real Madrid, Antonio Rüdiger, quien fue expulsado tras lanzar un objeto al árbitro, De Burgos Bengoetxea.
El partido, que se disputó en La Cartuja, se tornó cada vez más intenso a medida que se acercaba el final. Con el marcador en contra, el Real Madrid buscaba desesperadamente una oportunidad para igualar el encuentro. Sin embargo, la situación se complicó cuando se sancionó una falta en ataque a Kylian Mbappé, quien había tocado la cara de Eric García en un intento de protegerse. Esta decisión del árbitro desató la ira de varios jugadores del Madrid, incluyendo a Rüdiger, quien no pudo contener su frustración.
En un momento de descontrol, Rüdiger lanzó una bolsa de hielos hacia el árbitro, lo que resultó en su expulsión inmediata. Este acto no solo reflejó la desesperación del jugador, sino también la presión que sentía el equipo en esos momentos críticos. A su vez, Lucas Vázquez también fue expulsado por interrumpir el juego, lo que dejó al Real Madrid con menos efectivos en el banquillo para afrontar los instantes finales del partido.
La situación se tornó caótica, con Vinicius Jr. y otros compañeros intentando calmar a Rüdiger, quien se dirigió al árbitro para expresar su desacuerdo. La tensión era palpable en el ambiente, y los aficionados del Barcelona, que se encontraban en el estadio, comenzaron a celebrar el gol de Jules Koundé, que había puesto al equipo culé en ventaja. Este gol desató una ola de euforia entre los seguidores del Barcelona, quienes vieron cómo su equipo se acercaba a la conquista de la Copa del Rey.
Koundé, con un disparo raso desde fuera del área, logró batir a Thibaut Courtois, lo que provocó una explosión de alegría en el sector culé del estadio. Los jugadores del Barcelona se abrazaron en una celebración desenfrenada, mientras que desde la grada volaban vasos y camisetas, y se encendieron bengalas en un ambiente festivo. A pesar de que el Real Madrid intentó reaccionar, un penalti provocado por Mbappé fue anulado por un fuera de juego previo de Brahim Díaz, lo que dejó al equipo sin opciones de empatar.
Los dos minutos adicionales que se añadieron al tiempo reglamentario fueron testigos de más incidentes, con Rüdiger y Vázquez ya fuera del campo. Finalmente, el árbitro pitó el final del partido, desatando la locura entre los jugadores del Barcelona, quienes celebraron su victoria en el césped. La imagen de la celebración culé contrastaba con la frustración y el desánimo de los jugadores del Real Madrid, que se retiraron del campo con la cabeza baja tras un partido lleno de emociones y controversias.
Este episodio no solo ha sido un tema de conversación entre los aficionados, sino que también ha generado un debate sobre la conducta de los jugadores en situaciones de alta presión. La expulsión de Rüdiger y la forma en que se desarrollaron los acontecimientos en los minutos finales del partido han puesto de relieve la importancia de mantener la compostura en momentos críticos. La rivalidad entre ambos equipos, que siempre ha sido intensa, se intensificó aún más con este episodio, dejando a los aficionados con muchas historias que contar sobre esta final de la Copa del Rey.