En el contexto actual de Euskadi, la seguridad ciudadana se ha convertido en un tema de creciente preocupación. Aitor Otxoa, Secretario de Organización del sindicato de la Ertzaintza ErNE, ha expresado su opinión sobre la situación de la policía y la percepción de la ciudadanía respecto a la seguridad en las calles. En sus declaraciones, Otxoa ha señalado que la sociedad vasca demanda una mayor presencia policial, lo que refleja una inquietud por vivir en un entorno más seguro. Esta necesidad se ha visto acentuada por un aumento en los índices de delincuencia, lo que ha llevado a la ciudadanía a exigir más acciones preventivas y efectivas por parte de las fuerzas de seguridad.
La percepción de la seguridad en Euskadi ha cambiado con el tiempo, y Otxoa ha destacado que, a pesar de los intentos de algunos sectores de la izquierda abertzale de revivir actitudes del pasado, la mayoría de la sociedad no está dispuesta a regresar a esos tiempos. En su opinión, el apoyo social a las prácticas de intimidación y amenazas ha disminuido notablemente en comparación con décadas anteriores. Esto se evidencia en la reacción de figuras políticas, como el alcalde de Hernani, quien ha rechazado las pintadas y actos de vandalismo, algo que hace 30 años habría sido impensable.
### La Intimidación hacia la Policía y su Contexto
Otxoa ha señalado que la campaña de acoso hacia la Ertzaintza ha aumentado en los últimos meses, lo que ha generado un clima de tensión entre la policía y ciertos sectores de la izquierda abertzale. Según él, este aumento en la hostilidad se debe a una lucha interna dentro de la izquierda abertzale, donde algunos grupos buscan demostrar su radicalidad. Este fenómeno se ha manifestado en eventos públicos, como las fiestas, donde se ha observado una competencia por el control de espacios y la promoción de actitudes más extremas.
El Secretario de Organización ha criticado la incoherencia de EH Bildu, que condena actitudes fascistas en otros contextos, pero alienta comportamientos similares en Euskadi. Esta doble moral ha sido objeto de debate, y Otxoa ha instado a la ciudadanía a reflexionar sobre la legitimidad de tales actitudes en su propio entorno. La falta de apoyo social a la intimidación hacia la policía es un indicativo de que la mayoría de la población prefiere un enfoque más pacífico y constructivo.
La situación actual también ha llevado a Otxoa a cuestionar el papel de los políticos en la defensa de las fuerzas de seguridad. Ha señalado que, aunque algunos líderes políticos han condenado las amenazas, otros, como la alcaldesa de Azpeitia, no han defendido adecuadamente a sus policías locales en situaciones de violencia. Esto plantea un dilema sobre la responsabilidad de los políticos en la protección de la seguridad pública y el respaldo a las fuerzas del orden.
### Demandas de la Ertzaintza y el Futuro de la Seguridad
En medio de este clima de tensión, Otxoa ha enfatizado la necesidad de que la Ertzaintza cuente con más recursos y personal para hacer frente a los desafíos actuales. La reciente aprobación de un plan de empleo para aumentar el número de efectivos es un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer. La demanda de más presencia policial en las calles no solo responde a un deseo de seguridad, sino también a la necesidad de prevenir delitos y garantizar la protección de todos los ciudadanos.
La percepción de que la policía actúa de manera desproporcionada es un argumento que ha sido utilizado por algunos sectores de la izquierda abertzale. Sin embargo, Otxoa ha defendido que la policía debe actuar con firmeza ante situaciones de linchamiento y violencia, y que la justicia no puede ser impartida por los ciudadanos. La sociedad espera que la policía esté presente y activa en la prevención del delito, y para ello, es fundamental contar con los recursos necesarios.
El futuro de la seguridad en Euskadi dependerá de la capacidad de las fuerzas de seguridad para adaptarse a las nuevas realidades sociales y políticas. La colaboración entre la policía y la ciudadanía será esencial para construir un entorno más seguro y pacífico. A medida que la sociedad vasca avanza, es crucial que se mantenga un diálogo abierto y constructivo sobre la seguridad y el papel de la policía en la protección de los derechos y libertades de todos los ciudadanos.