La política en España ha estado marcada por tensiones y alianzas cambiantes, especialmente en el contexto de las comunidades autónomas. En este escenario, el concepto de ‘seny’, que se asocia tradicionalmente con la sensatez y la moderación en la política catalana, ha encontrado un nuevo hogar en el País Vasco. Esta reflexión surge a raíz de las palabras del exministro laborista israelí Shlomo Ben Amí, quien ha señalado que el ‘seny’ catalán se ha exiliado en el País Vasco. Este fenómeno no solo refleja la situación política actual, sino que también pone de relieve las dinámicas complejas entre los partidos y las regiones en España.
La situación política en España se ha vuelto cada vez más complicada, con Pedro Sánchez enfrentando múltiples desafíos. A pesar de las críticas y la presión de la derecha, su mayor preocupación proviene de dos frentes: Junts, liderado por Carles Puigdemont desde su exilio en Waterloo, y un Podemos que parece más centrado en sus propias luchas internas que en la colaboración política. En el pasado, los socialistas y los populares lograron establecer alianzas con figuras como Jordi Pujol y ERC, pero esos tiempos han quedado atrás. Ahora, el apoyo del PNV y EH Bildu a Sánchez parece más motivado por la necesidad de frenar el avance de la extrema derecha que por una verdadera convicción ideológica.
### La Polarización Política y sus Consecuencias
La polarización política en España ha alcanzado niveles alarmantes, y esto se refleja en la incapacidad de los partidos para formar coaliciones estables. El PNV y EH Bildu, aunque aliados del gobierno de Sánchez, se encuentran en una posición delicada. Ambos partidos deben equilibrar su apoyo al gobierno con las demandas de sus bases, que a menudo son escépticas respecto a cualquier colaboración con el PSOE. Esta tensión se ve exacerbada por la postura de Podemos y Junts, que parecen estar en una carrera para ver quién puede obstaculizar más la agenda del gobierno.
El riesgo de que el gobierno de Sánchez no logre aprobar los Presupuestos es real, y tanto Podemos como Puigdemont parecen dispuestos a llevar la situación al límite. Esta estrategia de ‘cuánto peor, mejor’ podría tener consecuencias devastadoras para la estabilidad política en España. La falta de acuerdo en cuestiones fundamentales, como los Presupuestos, podría llevar a un estancamiento que beneficiaría a la extrema derecha, un escenario que tanto el PNV como EH Bildu desean evitar a toda costa.
La situación se complica aún más con las recientes controversias que rodean a figuras clave de la oposición, como Alberto Núñez Feijóo. Las demandas de dimisión que se han hecho eco en el Congreso no parecen tener un impacto significativo en la figura de Sánchez, especialmente mientras el líder del PP no exija lo mismo a sus propios aliados, como Isabel Díaz Ayuso o Carlos Mazón, quienes también enfrentan acusaciones de corrupción. Este doble rasero en la política española pone de manifiesto la falta de coherencia en las críticas y la necesidad de un debate más honesto y transparente.
### La Búsqueda de un Nuevo Equilibrio
En medio de esta tormenta política, la búsqueda de un nuevo equilibrio se vuelve esencial. La capacidad de Sánchez para mantener su gobierno depende en gran medida de su habilidad para navegar entre las exigencias de sus aliados y las presiones de la oposición. La situación actual requiere un enfoque pragmático, donde el diálogo y la negociación sean la norma, no la excepción. Sin embargo, la polarización y la desconfianza entre los partidos dificultan este proceso.
El papel del PNV y EH Bildu es crucial en este contexto. Su apoyo al gobierno no solo es vital para la estabilidad de Sánchez, sino que también representa una oportunidad para que estas formaciones políticas influyan en la agenda nacional. Sin embargo, esto requiere que ambos partidos sean capaces de articular sus demandas de manera efectiva y de encontrar puntos en común con el PSOE, algo que no siempre ha sido fácil en el pasado.
La política en el País Vasco, marcada por su propia historia y dinámicas, puede ofrecer lecciones valiosas para el resto de España. La búsqueda de un equilibrio entre la identidad regional y la colaboración nacional es un desafío que debe ser abordado con seriedad. La experiencia del ‘seny’ catalán, ahora trasladada al País Vasco, puede servir como un recordatorio de la importancia de la moderación y el diálogo en tiempos de crisis. En un momento en que la política española se enfrenta a desafíos sin precedentes, la capacidad de los líderes para encontrar un camino hacia adelante será fundamental para el futuro del país.