La utilización de la inteligencia artificial (IA) por parte de la Administración estadounidense ha suscitado serias preocupaciones en torno a la vigilancia y el control de grupos vulnerables, como migrantes, refugiados y activistas. Un reciente informe de una organización no gubernamental ha puesto de manifiesto cómo estas tecnologías están siendo empleadas para rastrear y monitorear a personas que buscan asilo y a aquellos que participan en manifestaciones en apoyo a Palestina. Este uso de la IA no solo plantea interrogantes éticos, sino que también puede tener consecuencias devastadoras para los derechos humanos y las libertades civiles.
La IA como herramienta de vigilancia
El informe destaca que la Administración Trump ha implementado tecnologías de vigilancia que permiten un seguimiento exhaustivo de individuos, lo que ha generado un clima de miedo entre las comunidades migrantes. La organización advierte que el uso de estas herramientas puede resultar en detenciones ilegales y deportaciones masivas, creando un efecto intimidatorio que afecta no solo a los migrantes, sino también a estudiantes internacionales y a cualquier persona que se atreva a expresar su opinión en contra de las políticas gubernamentales.
Entre las herramientas mencionadas, se encuentran Babel X y Immigration OS. Babel X, desarrollado por Babel Street, permite analizar el comportamiento en línea de las personas, mientras que Immigration OS, creado por Palantir, se utiliza para identificar casos prioritarios de deportación. La implementación de estas tecnologías ha sido objeto de críticas debido a su potencial para violar derechos fundamentales y fomentar la discriminación.
Desde 2019, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ha estado utilizando Babel X, y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas comenzó a emplear Immigration OS en 2025, como una actualización de un sistema anterior. La organización no gubernamental ha señalado que estas herramientas pueden llevar a un aumento de las revocaciones arbitrarias de visas y a la violación de derechos humanos, lo que ha llevado a un llamado a la acción para que las empresas tecnológicas reconsideren sus contratos con el gobierno.
El impacto en las comunidades migrantes
El uso de la inteligencia artificial en el contexto de la migración ha generado un patrón preocupante de detenciones y deportaciones. La organización ha señalado que estas tecnologías permiten a las autoridades actuar de manera más eficiente, pero a costa de la seguridad y los derechos de las personas. La vigilancia masiva, facilitada por la IA, puede resultar en la identificación errónea de individuos, lo que lleva a detenciones injustificadas y a la separación de familias.
Además, el informe destaca que la aplicación de estas tecnologías no solo afecta a los migrantes, sino que también tiene un impacto en la sociedad en general. La creación de un ambiente de miedo y desconfianza puede llevar a que las personas se abstengan de buscar ayuda o de denunciar abusos, lo que perpetúa un ciclo de vulnerabilidad. Las comunidades migrantes, que ya enfrentan numerosos desafíos, se ven aún más amenazadas por la posibilidad de ser vigiladas y perseguidas por el simple hecho de buscar una vida mejor.
La organización ha instado al Congreso de EE.UU. a tomar medidas para garantizar que las empresas tecnológicas no contribuyan a la violación de las libertades básicas. La necesidad de una regulación más estricta sobre el uso de la IA en contextos de vigilancia es evidente, y es fundamental que se establezcan límites claros para proteger a las personas de abusos y discriminación.
El futuro de la vigilancia y la IA
A medida que la tecnología avanza, es crucial que se realicen debates sobre el uso ético de la inteligencia artificial. La capacidad de estas herramientas para recopilar y analizar datos a gran escala plantea serias preguntas sobre la privacidad y la autonomía de los individuos. La implementación de políticas que regulen el uso de la IA en la vigilancia es esencial para prevenir abusos y garantizar que se respeten los derechos humanos.
El informe de la organización no gubernamental es un llamado a la acción para que tanto el gobierno como las empresas tecnológicas reconsideren sus prácticas y prioricen la protección de las libertades civiles. La vigilancia no debe ser una herramienta para oprimir a los más vulnerables, sino un medio para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.
En un mundo donde la tecnología juega un papel cada vez más importante en la vida cotidiana, es fundamental que se establezcan salvaguardias para proteger a las personas de la vigilancia invasiva y de la discriminación. La inteligencia artificial tiene el potencial de ser una herramienta poderosa para el bien, pero solo si se utiliza de manera responsable y ética.