La reciente designación de Susana Cordeiro Guerra como vicepresidenta del Banco Mundial ha generado un gran revuelo en el ámbito político y económico, especialmente en América Latina. Esta decisión no solo refleja la influencia de la administración Trump en las instituciones multilaterales, sino que también pone de manifiesto la conexión entre el trumpismo y el bolsonarismo, dos corrientes políticas que han encontrado un terreno fértil para sus intereses en la región.
### Un Vínculo Estratégico entre Trump y Bolsonaro
La llegada de Cordeiro Guerra al Banco Mundial se produce en un contexto de tensiones entre Estados Unidos y Brasil, especialmente tras la reciente imposición de un arancel del 50% a Brasil como respuesta a la persecución judicial del ex presidente Jair Bolsonaro. Este arancel, anunciado por Trump, es solo una de las muchas estrategias que la administración estadounidense ha implementado para fortalecer sus lazos con aliados en América Latina.
Cordeiro Guerra, quien ha tenido una carrera académica impresionante, con títulos de Harvard y el MIT, ha sido una figura clave en el gobierno de Bolsonaro. Su relación cercana con el exministro de Hacienda Paulo Guedes y su papel en la gestión del Censo de 2019, aunque controvertido, la han posicionado como una aliada estratégica dentro del círculo de Bolsonaro. Sin embargo, su conexión más significativa podría ser su matrimonio con Eldridge Colby, un halcón de política exterior en la administración Trump, lo que la convierte en un eslabón crucial entre ambas corrientes políticas.
Este vínculo se ha traducido en un acceso sin precedentes a la Casa Blanca, donde Cordeiro Guerra ha asesorado directamente a Trump sobre asuntos relacionados con América Latina. Su influencia se extiende más allá de las fronteras brasileñas, ya que su papel en el Banco Mundial le permitirá evaluar políticas y asignar préstamos a países de la región, lo que podría tener un impacto significativo en la dinámica geopolítica.
### La Estrategia de Contención de China
Uno de los aspectos más destacados de la llegada de Cordeiro Guerra al Banco Mundial es su papel en la estrategia estadounidense para limitar la influencia de China en América Latina. Con su esposo, Eldridge Colby, defendiendo políticas activas para frenar la presencia china en la región, se espera que Cordeiro Guerra actúe como una operadora clave en esta agenda.
Analistas han señalado que su nombramiento podría complicar la participación de empresas chinas en proyectos de infraestructura financiados por el Banco Mundial. La creciente presencia de empresas chinas en lugares estratégicos, como el puerto de Santos en Brasil, ha generado preocupación en Washington, y la administración Trump parece decidida a contrarrestar esta influencia.
Henry Ziemer, un analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, ha indicado que la designación de Cordeiro Guerra es un claro indicativo de la intención de Estados Unidos de limitar la influencia de la República Popular China en foros multilaterales. Esto se alinea con la visión de Colby, quien ha advertido sobre el peligro que representa China para la hegemonía estadounidense en la región.
La Doctrina Monroe del siglo XXI parece estar tomando forma, y Cordeiro Guerra podría ser una de las figuras clave en su implementación. Su papel en el Banco Mundial le permitirá influir en decisiones que podrían favorecer a los intereses estadounidenses y dificultar la expansión china en América Latina.
### Implicaciones para el Futuro de América Latina
La designación de Cordeiro Guerra en el Banco Mundial no solo es un reflejo de las dinámicas políticas actuales, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de América Latina en el contexto de la política exterior estadounidense. Con el bolsonarismo ganando influencia en Washington y figuras como Eduardo Bolsonaro realizando lobby en el Capitolio, es evidente que la relación entre Brasil y Estados Unidos está en un punto de inflexión.
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que no ha aprobado el nombramiento de Cordeiro Guerra, se enfrenta a un desafío significativo en su relación con Washington. La presión de la administración Trump para limitar la influencia china podría complicar aún más la situación, especialmente en un momento en que Brasil busca fortalecer sus lazos con otros países de la región y del mundo.
La llegada de Cordeiro Guerra al Banco Mundial podría ser solo el comienzo de una serie de iniciativas estadounidenses para reconfigurar la política en América Latina. A medida que la influencia de China continúa creciendo, la respuesta de Estados Unidos y sus aliados será crucial para determinar el rumbo de la región en los próximos años. Con el Banco Mundial como un posible vehículo para la política exterior de Trump, el futuro de América Latina podría estar más entrelazado con las decisiones de Washington de lo que muchos podrían haber anticipado.