En marzo de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Euskadi ha experimentado un descenso significativo de cinco décimas, situándose en un 2,8%. Este es el nivel más bajo desde octubre de 2024, lo que representa una buena noticia para los consumidores, aunque la realidad de la cesta de la compra sigue siendo preocupante. A pesar de la caída del IPC, los precios de los alimentos continúan en aumento, lo que genera una presión adicional sobre los hogares vascos.
Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que, en lo que va del año, los precios han subido un 0,7%. En términos intermensuales, la inflación ha aumentado un 0,2%. Esta disminución en la tasa interanual se atribuye principalmente a la reducción de la factura eléctrica, impulsada por un aumento en la generación de energía renovable, especialmente eólica e hidráulica, debido a las condiciones climáticas favorables de las últimas semanas.
A pesar de la caída del IPC, los consumidores deben afrontar un aumento en el costo de la cesta de la compra, que ha subido un 3,6% en comparación con el año anterior y un 0,4% en el último mes. Este aumento en los precios de los alimentos contrasta con la tendencia general de la inflación y plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del poder adquisitivo de los ciudadanos.
En cuanto a los precios de los alimentos, algunos productos han experimentado variaciones notables. Por ejemplo, el precio del aceite ha mostrado una tendencia a la baja, con una disminución del 8% en el último mes y un desplome del 34,5% en el último año. Sin embargo, otros productos han visto incrementos significativos. Los huevos han aumentado un 9,2% en un mes y un 12% en el último año, mientras que el café ha subido un 4% y un 16%, respectivamente. La carne de vacuno también ha registrado un aumento del 3,7% en el último mes y del 13,5% en el último año.
Los sectores que han contribuido más al aumento de precios en Euskadi en el último mes incluyen Vestido y Calzado, que ha visto un incremento del 3,7%. Por otro lado, el sector de Vivienda ha experimentado una caída de precios del 1,9%. Otros sectores que han visto aumentos incluyen Hoteles, Cafés y Restaurantes (+1,0%), Menaje (+0,6%), Medicina (+0,5%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (+0,4%). En contraste, los precios han disminuido en Transporte (-0,4%) y Comunicaciones (-0,1%).
La situación actual plantea un dilema para los consumidores, quienes deben equilibrar el alivio que representa la caída del IPC con el aumento constante de los precios de los alimentos. Esta dualidad puede afectar la percepción general de la economía y el bienestar de los hogares en Euskadi. A medida que los precios de los alimentos continúan aumentando, es probable que los consumidores busquen alternativas para gestionar sus presupuestos, lo que podría influir en sus hábitos de compra y en la demanda de ciertos productos.
En resumen, aunque la caída del IPC es un indicador positivo, el aumento de los precios de los alimentos sigue siendo una preocupación importante para los consumidores en Euskadi. La interacción entre estos dos factores económicos es compleja y merece un seguimiento continuo para entender mejor su impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos.