La reciente tendencia a la baja de la inflación en España ha captado la atención de economistas y ciudadanos por igual. En mayo de 2025, la inflación se ha situado en un 1,9%, marcando el nivel más bajo desde octubre de 2024. Este descenso de tres décimas es significativo, ya que coloca la inflación por debajo del 2%, el umbral de referencia establecido por el Banco Central Europeo (BCE). Este artículo explora las causas de esta moderación y sus implicaciones para la economía española.
**Factores que Contribuyen a la Moderación de la Inflación**
La disminución de la inflación en mayo se puede atribuir a varios factores clave. Uno de los más destacados es el comportamiento del sector turístico, que ha mostrado un rendimiento positivo. A diferencia de abril, donde los precios turísticos impulsaron la inflación, en mayo se ha observado una caída en los precios del ocio y la cultura, que habían experimentado un aumento en el mismo mes del año anterior. Esta reducción en los precios ha sido crucial para moderar el índice general del IPC.
Además, los precios del transporte también han contribuido a esta tendencia a la baja. Aunque los precios de la electricidad han aumentado, lo han hecho en menor medida que en el ejercicio anterior, lo que ha ayudado a equilibrar el impacto inflacionario. Estos datos provienen del indicador adelantado del Instituto Nacional de Estadística (INE), que se espera sea confirmado en las próximas semanas.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como alimentos y energía, también ha mostrado signos de moderación, situándose en un 2,1%. Este descenso de tres décimas es notable, ya que refleja una tendencia descendente que se había interrumpido el mes anterior. María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas, ha señalado que este resultado sorprende a muchos economistas, ya que se esperaba un aumento en lugar de una disminución. La moderación de la inflación subyacente se debe, en parte, a la estabilización de los precios de los servicios, aunque se sugiere que otros factores también han influido en este resultado positivo.
**Perspectivas Económicas y Proyecciones Futuras**
El índice general del IPC ha mostrado una notable reducción desde el 2,9% con el que comenzó el año, alcanzando el 1,9% en mayo. Este cambio ha sido significativo, especialmente tras la sorpresa que causó el leve descenso de solo una décima en abril. La razón detrás de este fenómeno fue el aumento de los precios turísticos, que impactó tanto en la inflación general como en la subyacente. Sin embargo, a partir de ahora, se prevé que la inflación se mantenga en torno al 2% durante el resto del año, aunque con posibles variaciones.
Funcas ha proyectado que la media de inflación para 2025 podría situarse en un 2,4%. Esto implica que, aunque la inflación ha mostrado signos de moderación, aún se espera que se mantenga por encima del 2% en el futuro cercano. Factores como el comportamiento de los precios energéticos, las tensiones en el comercio internacional y el aumento del poder adquisitivo jugarán un papel crucial en la evolución de la inflación en los próximos meses.
Desde el Ministerio de Economía, se ha destacado la capacidad de España para reducir la inflación de manera continua mientras experimenta uno de los mayores crecimientos entre los países desarrollados. Esta dualidad es especialmente relevante en un contexto de incertidumbre internacional, donde muchos países enfrentan desafíos económicos significativos. La combinación de un crecimiento robusto y una inflación moderada es un indicador positivo para la economía española, sugiriendo que el país podría estar en una posición favorable para enfrentar futuros desafíos.
En resumen, la moderación de la inflación en mayo de 2025 es un desarrollo alentador para la economía española. Con factores como el turismo y la estabilización de precios en juego, se espera que esta tendencia continúe, aunque con la cautela necesaria ante posibles fluctuaciones en el futuro. La atención se centrará ahora en cómo estos cambios influirán en la política económica y en la vida cotidiana de los ciudadanos, así como en la capacidad del país para mantener un crecimiento sostenible en un entorno global incierto.