La reciente muerte del Papa Francisco a los 88 años ha dejado una profunda huella en el mundo, especialmente en Argentina y en el club de fútbol San Lorenzo de Almagro, donde el pontífice fue un hincha ferviente desde su infancia. Iker Muniain, actual capitán del San Lorenzo y excapitán del Athletic Club, ha sido una de las voces más destacadas en expresar el dolor por esta pérdida, actuando como portavoz del vestuario del club argentino.
Desde su infancia en el barrio de Flores, Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el Papa Francisco, cultivó una pasión por el San Lorenzo que trascendió su papel como líder religioso. Su conexión con el club no fue meramente simbólica; era un socio activo que pagaba su cuota mensualmente y mantenía un vínculo cercano con el equipo, incluso desde el Vaticano. Francisco, quien era el socio número 88.235 del club, recibía con entusiasmo a los representantes del San Lorenzo en el Vaticano y guardaba objetos históricos del equipo en el museo del Vaticano. Su amor por el club se materializó en la bendición de la capilla del San Lorenzo en la Ciudad Deportiva, que lleva su nombre.
La noticia de su fallecimiento ha impactado profundamente a la plantilla del San Lorenzo. En declaraciones a Movistar Plus, Muniain expresó el sentir del vestuario: “Es un día muy triste… Para la ciudad y para el club, por todo lo que representaba el Papa Francisco para todos nosotros”. El futbolista, que llegó al fútbol argentino en un momento inesperado de su carrera, ha asumido un rol protagónico tanto dentro como fuera del campo. Su mensaje refleja no solo el respeto hacia el pontífice, sino también un vínculo humano que Francisco había cultivado con los jugadores a lo largo del tiempo.
La reacción en Buenos Aires fue inmediata. San Lorenzo publicó un emotivo video en sus redes sociales, recordando la vida del Papa como hincha del club. “Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros”, se decía en el video, que mostraba momentos que unieron al Papa con los colores azulgranas desde su niñez hasta su vida en el Vaticano. La capilla que lleva su nombre abrió sus puertas de inmediato, y se programó una misa en homenaje a su memoria. Además, se espera que en el próximo encuentro ante Rosario Central, el club rinda tributo con un acto conmemorativo y una camiseta especial.
La llegada de Iker Muniain a San Lorenzo no fue un simple capricho. Tras su salida del Athletic, donde dejó una huella imborrable al levantar la Copa del Rey, el futbolista vasco decidió emprender un nuevo camino en el fútbol argentino, guiado más por el corazón que por la razón. En un documental titulado ‘Pibe Muniain’, producido por Movistar+, el jugador explica que le atraen los retos diferentes y que su decisión de unirse a San Lorenzo fue impulsada por un deseo de experimentar una nueva realidad.
Muniain rechazó ofertas millonarias de Arabia Saudí y otras opciones más estables en lo deportivo, como la del Botafogo brasileño, porque sentía que había algo especial en San Lorenzo. “Esto es lo que quería, ver el contraste, sentir el golpe de realidad”, comentó, refiriéndose a su experiencia en las villas que rodean el estadio del club de Boedo. En un año complicado para el equipo, Muniain rápidamente se ganó la cinta de capitán, un reconocimiento que le fue otorgado por el entrenador Miguel Ángel Russo, quien valoró su liderazgo natural.
Con un contrato que se extiende hasta 2026, Muniain ha encontrado en San Lorenzo un lugar donde puede ser feliz y donde el fútbol se vive con una pasión genuina. “Esto no lo compra el dinero”, concluyó, reflejando su compromiso con el club y su deseo de contribuir a su historia. La figura del Papa Francisco, un hincha incondicional, seguirá viva en la memoria de los aficionados y en el corazón de aquellos que comparten la pasión por el San Lorenzo.