Las recientes manifestaciones en Marruecos han puesto de relieve la creciente frustración de la juventud del país, que se identifica como parte de la ‘Generación Z’. Este movimiento, conocido como GENZ212, ha convocado protestas en varias ciudades para exigir reformas en los sectores de la educación y la salud. Sin embargo, las autoridades han respondido con una fuerte represión, deteniendo a decenas de manifestantes y bloqueando el acceso a las concentraciones.
La situación se ha intensificado en los últimos días, con un despliegue masivo de fuerzas de seguridad en lugares emblemáticos como la plaza Bab el Had en Rabat. Este espacio, conocido por ser un punto de encuentro para las protestas, se ha convertido en un escenario de confrontación entre jóvenes activistas y la policía antidisturbios. A pesar de que los manifestantes intentaron expresar sus demandas, fueron perseguidos y detenidos, con más de sesenta arrestos reportados hasta el momento.
### Demandas de la Generación Z
El movimiento GENZ212 no está vinculado a ningún partido político, lo que lo hace único en el contexto marroquí. Los jóvenes han utilizado plataformas digitales como Discord para organizarse y consensuar un documento que detalla sus exigencias. Entre las principales demandas se encuentran la mejora de la calidad educativa, la formación y condiciones laborales de los docentes, así como la universalidad de la cobertura sanitaria. También exigen la modernización de los centros hospitalarios y el acceso a medicamentos a precios asequibles.
Además de estas demandas, los jóvenes marroquíes han manifestado su deseo de luchar contra la corrupción en todos los niveles de Gobierno. La justicia social y económica, la igualdad de oportunidades, la generación de empleo juvenil y el apoyo a pequeñas empresas son otros puntos clave que han sido destacados en sus protestas. La situación económica del país, marcada por el desempleo juvenil y la falta de oportunidades, ha alimentado el descontento entre esta generación.
Las protestas no se han limitado a Rabat; ciudades como Casablanca, Tánger y Marrakech también han sido escenario de estas manifestaciones. Sin embargo, la respuesta de las autoridades ha sido contundente, disolviendo rápidamente las concentraciones y arrestando a los participantes. En Uxda, se reportaron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, lo que resultó en varios heridos.
### La Respuesta del Gobierno y la Represión
La represión de las protestas ha sido objeto de críticas tanto a nivel nacional como internacional. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) ha denunciado las detenciones y el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. A pesar de que muchos de los detenidos han sido liberados tras ser identificados e interrogados, la atmósfera de miedo y represión ha aumentado entre los jóvenes que buscan expresar sus opiniones y demandas.
El Gobierno marroquí ha justificado su respuesta en la necesidad de mantener el orden público. Sin embargo, la detención de un individuo acusado de difundir videos falsos de las manifestaciones ha suscitado preocupaciones sobre la libertad de expresión y el uso de la tecnología para silenciar a los disidentes. La Fiscalía de Casablanca ha indicado que este individuo será procesado por “incitación a cometer delitos por medios electrónicos”, lo que pone de manifiesto la creciente vigilancia sobre las actividades en línea de los ciudadanos.
A medida que las protestas continúan, la Generación Z de Marruecos se enfrenta a un dilema: cómo hacer oír su voz en un entorno donde la represión es la norma. A pesar de los riesgos, muchos jóvenes están decididos a seguir luchando por sus derechos y por un futuro mejor. La situación en Marruecos es un reflejo de un descontento más amplio que se está gestando en muchas partes del mundo, donde las nuevas generaciones exigen cambios significativos en sus sociedades.
La historia de la Generación Z en Marruecos es un recordatorio de que, a pesar de los obstáculos, la juventud tiene el poder de desafiar el status quo y exigir un cambio. A medida que las protestas continúan y las autoridades responden con represión, el futuro de este movimiento y sus demandas sigue siendo incierto, pero su determinación es innegable.