En un emocionante encuentro de LaLiga, el Celta de Vigo logró una victoria crucial sobre el Sevilla, con un marcador final de 3-2. Este partido, que tuvo lugar el pasado sábado, no solo fue significativo por los puntos en juego, sino también por la polémica que rodeó la expulsión del jugador Marcos Alonso. La actuación del árbitro González Fuertes y la intervención del VAR fueron temas de discusión entre aficionados y analistas deportivos.
El Celta, dirigido por Claudio Giráldez, se mostró decidido a conseguir una victoria que les acerque a la posibilidad de jugar en competiciones europeas la próxima temporada. Los goles de Ilaix Moriba, Óscar Mingueza y Borja Iglesias fueron fundamentales para el triunfo del equipo gallego. Sin embargo, el partido se tornó controvertido en el minuto 45+3, cuando se produjo una jugada que cambiaría el rumbo del encuentro.
Durante una acción en el área, un control orientado del jugador Peque impactó en el brazo de Marcos Alonso. El árbitro, González Fuertes, no dudó en señalar penalti y mostrar una tarjeta amarilla al defensor. Sin embargo, poco después, recibió una recomendación del VAR para revisar la jugada en el monitor. Esta decisión marcó un punto de inflexión en el partido.
Al revisar la jugada, González Fuertes cambió su decisión inicial. En lugar de mantener la amarilla, optó por mostrar la tarjeta roja a Marcos Alonso, lo que generó un gran revuelo entre los jugadores y aficionados. La RFEF, horas después del partido, compartió el audio del VAR que documentó la conversación entre los árbitros, lo que permitió a los seguidores entender el proceso que llevó a la expulsión.
En el audio, se puede escuchar cómo el VAR recomendó a González Fuertes revisar la jugada por un posible DOGSO (Denial of an Obvious Goal Scoring Opportunity). La conversación entre el VAR y el árbitro revela que se consideró que la mano de Alonso era clara y que, además, el jugador Peque tenía una oportunidad clara de gol. La evaluación del VAR fue crucial para la decisión final del árbitro.
«Estamos valorando si es DOGSO o no es DOGSO», se escucha en el audio, lo que indica la importancia de esta evaluación en la decisión de expulsar a Alonso. Finalmente, el árbitro concluyó que había suficiente espacio para que Peque encarara al portero, lo que llevó a la decisión de cambiar la amarilla por la roja. Esta acción no solo afectó a Marcos Alonso, sino que también tuvo un impacto significativo en el desarrollo del partido, ya que el Celta se quedó con un jugador más en el campo.
La controversia en torno a la decisión del VAR ha generado un amplio debate entre los aficionados y expertos del fútbol. Algunos argumentan que la intervención del VAR fue correcta y que la expulsión de Alonso fue justificada, mientras que otros consideran que la decisión fue excesiva y que el árbitro pudo haber mantenido la amarilla. Este tipo de situaciones pone de relieve la complejidad y la presión que enfrentan los árbitros en el fútbol moderno, especialmente con la presencia del VAR.
El Celta, tras esta victoria, se posiciona de manera favorable en la tabla, lo que les da esperanzas de alcanzar un lugar en competiciones europeas. La actuación de sus jugadores, junto con la dirección de Giráldez, ha sido elogiada, pero la polémica sobre la expulsión de Alonso seguirá siendo un tema candente en los días siguientes. La capacidad del equipo para adaptarse a las adversidades, como jugar con un hombre más, fue clave para asegurar los tres puntos en este crucial encuentro.
A medida que avanza la temporada, el Celta de Vigo deberá mantener su nivel de juego y continuar acumulando puntos si desea cumplir su objetivo de jugar en Europa. La controversia del VAR y la expulsión de Marcos Alonso son recordatorios de que cada partido puede traer sorpresas y decisiones que marcan la diferencia en el resultado final.