La figura de Candace Owens ha cobrado notoriedad en el ámbito de las redes sociales, especialmente entre los sectores más conservadores de Estados Unidos. Desde hace más de un año, esta activista de ultraderecha ha centrado su atención en la primera dama de Francia, Brigitte Macron, alimentando una teoría de conspiración que ha generado un gran revuelo. La historia comenzó tras la victoria de Emmanuel Macron en 2017, cuando Owens comenzó a difundir la idea de que Brigitte no es quien dice ser, sino que en realidad es un hombre. Esta afirmación ha sido objeto de burlas y críticas, pero también ha encontrado un público receptivo entre sus seguidores, que superan los cinco millones en diversas plataformas sociales.
La situación ha escalado tanto que la presidencia francesa ha decidido tomar acciones legales contra Owens por difamación. La activista ha sostenido que Brigitte Macron nació como hombre y que su verdadero nombre sería Jean-Michel Trogneux, un argumento que resulta fácilmente refutable, ya que Jean-Michel es, de hecho, uno de los hermanos de Brigitte y sigue vivo. Sin embargo, la proliferación de imágenes alteradas mediante inteligencia artificial ha contribuido a la difusión de esta teoría, convirtiéndose en un tema recurrente en el contenido que Owens produce.
### La Estrategia de Candace Owens en Redes Sociales
Owens ha encontrado en la controversia sobre Brigitte Macron una mina de oro en términos de interacciones y visualizaciones. Ha dedicado hasta once episodios de su podcast, titulado «Becoming Brigitte», a explorar y defender su teoría. Además, ha publicado un libro con el mismo nombre, lo que ha incrementado su visibilidad y, presumiblemente, sus ingresos. La activista ha afirmado en varias ocasiones que apostaría «toda su carrera profesional» a esta teoría, lo que pone de manifiesto su compromiso con el tema, a pesar de las evidencias en contra.
La estrategia de Owens no se limita a la figura de Brigitte Macron. Su trayectoria está marcada por una serie de posiciones controvertidas que abarcan desde el antifeminismo hasta la crítica abierta al movimiento Black Lives Matter. En el pasado, ha justificado la muerte de George Floyd, lo que le ha valido numerosas críticas, y ha atacado a la comunidad LGBTIQ+, a pesar de ser una mujer negra que debería, en teoría, estar más alineada con las luchas por los derechos civiles.
Además de la teoría sobre Brigitte, Owens ha estado involucrada en otras conspiraciones. Recientemente, tras el asesinato del activista Charlie Kirk, ha difundido la idea de que Israel está detrás de su muerte, un argumento que ha encontrado eco en ciertos círculos antisemitas. También ha cuestionado la identidad racial de la candidata demócrata Kamala Harris, sugiriendo que no es realmente afroamericana, lo que ha llevado a la activista a dedicar diecisiete episodios de su podcast a esta teoría.
### La Reacción de la Opinión Pública y el Impacto Legal
La reacción ante las afirmaciones de Owens ha sido variada. Mientras que sus seguidores la apoyan fervientemente, muchos críticos han señalado la falta de fundamento en sus teorías. La situación ha llegado a tal punto que la presidencia francesa ha decidido actuar legalmente, lo que podría sentar un precedente en la lucha contra la desinformación en las redes sociales. La demanda busca determinar si Owens ha utilizado una especulación infundada para lucrarse, lo que podría tener repercusiones significativas en su carrera.
El caso de Candace Owens es un claro ejemplo de cómo las teorías de conspiración pueden ganar tracción en la era digital. La facilidad con la que se difunden rumores y desinformación en las redes sociales plantea serias preguntas sobre la responsabilidad de los influencers y su impacto en la opinión pública. A medida que el caso avanza en los tribunales, se espera que se presenten pruebas científicas que respalden la identidad de Brigitte Macron, lo que podría desmantelar de una vez por todas las afirmaciones de Owens.
En un mundo donde la información se propaga a una velocidad vertiginosa, el papel de figuras como Candace Owens es cada vez más relevante. Su capacidad para atraer la atención y generar debate, aunque sea a través de teorías cuestionables, refleja una tendencia preocupante en la que la desinformación puede tener consecuencias reales y duraderas. La lucha contra la desinformación y la defensa de la verdad se han convertido en una prioridad no solo para los gobiernos, sino también para la sociedad en su conjunto, que debe aprender a discernir entre hechos y ficción en un entorno mediático cada vez más complejo.