Un juez ha procesado al futbolista del Real Madrid, Raúl Asencio, junto a otros tres canteranos, por delitos de pornografía infantil y revelación de secretos. La investigación se centra en un incidente ocurrido el 15 de junio de 2023, en el Beach Club de la playa de Amadores, Gran Canaria, donde los cuatro futbolistas, que en ese momento tenían entre 20 y 21 años, se encontraron con tres chicas, una de las cuales era menor de edad.
Según el auto del juez, Asencio solicitó a uno de los implicados, Juan Rodríguez, que le enviara un vídeo que había sido grabado sin el consentimiento de las chicas, una de las cuales tenía 16 años. Este hecho ha llevado a la acusación de que Asencio actuó con conocimiento de que el material era ilegal y que había sido obtenido sin el consentimiento de las víctimas. El juez ha indicado que Asencio no solo recibió el vídeo, sino que también lo mostró a una tercera persona, lo que agrava su situación legal.
Los otros tres futbolistas, Ferrán Ruiz, Juan Rodríguez y Andrés García, también están implicados en el caso. Se les acusa de grabar imágenes íntimas de las chicas sin su consentimiento y de difundirlas posteriormente. El juez ha determinado que estos actos constituyen tres delitos: revelación de secretos por la obtención de imágenes íntimas sin permiso, revelación de secretos por la difusión de dichas imágenes y pornografía infantil, dado que una de las chicas involucradas era menor de edad en el momento de los hechos.
Los hechos se desarrollaron en un ambiente de aparente consentimiento, ya que las chicas se unieron a los futbolistas en una cabaña privada del club. Sin embargo, la situación cambió cuando las jóvenes se dieron cuenta de que estaban siendo grabadas sin su conocimiento. Tras descubrir la grabación, exigieron a los futbolistas que borraran el material. Aunque Ruiz admitió haber grabado varios vídeos y procedió a borrarlos en su presencia, el juez ha señalado que es probable que las imágenes se conservaran en otros dispositivos o se compartieran con terceros.
Las pruebas recopiladas durante la investigación incluyen conversaciones recuperadas de los móviles de los implicados, donde se evidencia que Rodríguez mostró una falta de preocupación por la edad de la menor, afirmando que no le importaba que una de las víctimas fuera menor de edad. Esta actitud ha sido un punto focal en la evaluación del caso, ya que refleja una grave falta de respeto hacia las víctimas y sus derechos.
El juez ha destacado que, tras los incidentes, las jóvenes han sufrido consecuencias psicológicas significativas, incluyendo trastornos por estrés postraumático y síntomas de ansiedad y depresión. Estas repercusiones subrayan la gravedad de los actos cometidos por los futbolistas y la necesidad de abordar el tema de la protección de menores en el ámbito del deporte.
La resolución del juez pone fin a la fase de instrucción del caso, permitiendo que el proceso avance hacia un juicio. La atención mediática sobre este asunto ha sido considerable, dado el perfil público de los acusados y la naturaleza de los delitos. La comunidad futbolística y la sociedad en general están a la espera de cómo se desarrollará el caso en los tribunales y qué medidas se tomarán para prevenir situaciones similares en el futuro.
Este caso pone de relieve la importancia de la educación y la concienciación sobre el consentimiento y el respeto hacia los demás, especialmente en un entorno donde la fama y el poder pueden influir en el comportamiento de los jóvenes. La respuesta de las instituciones deportivas y la sociedad será crucial para abordar estos problemas y garantizar la protección de los más vulnerables en el ámbito del deporte.