La enfermedad de Crohn, una afección inflamatoria intestinal crónica, ha sido objeto de un nuevo enfoque preventivo en Euskadi. Un estudio internacional, liderado por Osakidetza, busca identificar a personas en riesgo antes de que aparezcan los síntomas, con el objetivo de intervenir de manera temprana y modificar el curso de la enfermedad.
El doctor Iago Rodríguez Lago, gastroenterólogo y coordinador del estudio, explica que existe una ventana de cinco a diez años en la que se pueden detectar marcadores de la enfermedad, como anticuerpos y proteínas alteradas, incluso antes de que los pacientes presenten síntomas. Este enfoque proactivo podría cambiar la forma en que se maneja la enfermedad, permitiendo que las intervenciones se realicen antes de que se desarrollen complicaciones graves.
El estudio, denominado Intercept, tiene como meta reclutar a 375 familiares sanos de primer grado de pacientes con Crohn en Euskadi. La participación de estos familiares es crucial, ya que tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad en comparación con la población general. Se estima que los familiares de primer grado tienen entre cuatro y siete veces más probabilidades de padecerla.
Jon Ander Alberdi, un paciente con Crohn que ha enfrentado múltiples complicaciones a lo largo de su vida, comparte su experiencia y la importancia de este estudio. Alberdi fue diagnosticado a los 22 años y ha lidiado con estenosis, perforaciones e inflamaciones. Su historia resalta la necesidad de un enfoque preventivo, ya que muchos pacientes no reciben un diagnóstico adecuado hasta que la enfermedad ha avanzado considerablemente.
El estudio Intercept no solo busca identificar a personas en riesgo, sino que también se propone modificar el curso natural de la enfermedad. Esto podría resultar en una disminución de la frecuencia y gravedad de los brotes, mejorando así la calidad de vida de los pacientes y reduciendo la necesidad de intervenciones quirúrgicas y tratamientos a largo plazo.
Para llevar a cabo esta investigación, se realizarán análisis de sangre y otras pruebas a los participantes, con el fin de evaluar su riesgo de desarrollar la enfermedad. Las hijas de Jon Ander, Marta y María, han decidido participar en el estudio, motivadas por el deseo de conocer su propio riesgo y contribuir a la mejora de la salud de futuros pacientes.
Marta, de 24 años, expresa su interés en participar debido a la experiencia de su padre con la enfermedad. Ella y su hermana son conscientes de que, aunque la enfermedad no es estrictamente hereditaria, hay un componente genético que aumenta su riesgo. La participación en el estudio les permitirá conocer mejor su salud intestinal y tomar medidas preventivas si es necesario.
El proyecto Intercept cuenta con un presupuesto de 38 millones de euros financiado por la Comisión Europea y se desarrollará en siete países europeos. Este enfoque innovador es el primero de su tipo, centrado en la prevención y en la modificación de la historia natural de la enfermedad de Crohn. La investigación también contempla la creación de una plataforma de datos compartidos que permitirá a los investigadores acceder a información valiosa para futuros estudios.
El doctor Rodríguez Lago destaca que la prevalencia de la enfermedad de Crohn ha aumentado en los últimos años, lo que está relacionado con cambios en los hábitos de vida, la dieta y otros factores ambientales. A pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, muchos pacientes aún enfrentan complicaciones graves al momento de ser diagnosticados.
La iniciativa de Osakidetza representa un paso significativo hacia la comprensión y prevención de la enfermedad de Crohn. Al actuar antes de que aparezcan los síntomas, se espera que los pacientes puedan llevar una vida más saludable y evitar las complicaciones que a menudo acompañan a esta enfermedad crónica. Este estudio no solo beneficiará a los participantes directos, sino que también podría sentar las bases para un cambio en la forma en que se aborda la enfermedad a nivel global.