Euskadi se ha consolidado como un referente en el ámbito de la innovación tecnológica, y uno de los eventos que ha contribuido a esta reputación es el hackathon organizado por la NASA. Este evento, que se celebra por tercer año consecutivo en el campus 42 Urduliz Bizkaia, no solo atrae a estudiantes y profesionales de diversas disciplinas, sino que también fomenta un ambiente de colaboración y creatividad. La directora del campus, Estibaliz León, comparte su visión sobre la importancia de este hackathon y su impacto en la comunidad.
La celebración del hackathon de la NASA en Euskadi es un hito significativo en el calendario del campus. Según Estibaliz, este evento representa una oportunidad única para que los participantes experimenten cómo la tecnología puede aplicarse a problemas reales y globales. La colaboración con la Fundación Telefónica y la Diputación Foral de Bizkaia ha sido clave para que 42 Urduliz Bizkaia se convierta en sede de este evento internacional. La filosofía del hackathon se alinea perfectamente con los objetivos del campus: atraer talento innovador y fomentar el trabajo en equipo.
### Un Encuentro Multidisciplinario
El hackathon reúne a más de 70 participantes, que provienen no solo del campus, sino también de universidades como la Universidad de Oviedo, la Universidad del País Vasco y la Universidad de Valladolid. Este enfoque multidisciplinario es fundamental, ya que no solo se busca la participación de perfiles tecnológicos, sino también de estudiantes y profesionales de diversas áreas. La dinámica del evento permite que algunos participantes lleguen con equipos ya formados, mientras que otros tienen la oportunidad de crear nuevos equipos en el mismo campus. Durante 48 horas, los participantes trabajan en uno de los 19 retos planteados por la NASA, presentando sus soluciones al final del evento. Los dos equipos ganadores avanzan a la fase internacional, donde un jurado global evalúa los proyectos de todas las sedes.
Los retos que enfrentan los participantes son variados e innovadores. Desde la creación de modelos de inteligencia artificial para identificar exoplanetas hasta el desarrollo de aplicaciones que predicen la calidad del aire, los desafíos abarcan un amplio espectro de temas. Estibaliz destaca que el ambiente en el campus durante el hackathon es casi festivo, con participantes que conviven en las instalaciones, creando un espacio de aprendizaje, diversión y emoción. Este ambiente propicia la colaboración y el intercambio de ideas, elementos esenciales para el éxito del evento.
### Fomentando el Talento Tecnológico en Euskadi
Desde su apertura en 2021, 42 Urduliz Bizkaia ha trabajado para desarrollar y fomentar el talento tecnológico en Euskadi, así como para atraer estudiantes de otras regiones. Actualmente, el campus cuenta con 300 alumnos y ha implementado diversas iniciativas, como talleres con estudiantes y proyectos con entidades sociales. El hackathon se suma a estas actividades, demostrando que las profesiones tecnológicas requieren un alto grado de colaboración y no son individualistas, como a menudo se percibe.
La conexión entre el campus y las empresas del territorio es otro aspecto crucial. Estibaliz menciona que el campus escucha las necesidades de las empresas y las habilidades que están demandando, lo que les permite ofrecer formaciones complementarias y acompañar a los estudiantes en su camino hacia la empleabilidad. Este enfoque no solo beneficia a los estudiantes, sino que también ayuda a las empresas a encontrar el talento que necesitan en un mercado laboral en constante evolución.
Además, el hackathon juega un papel importante en la promoción de vocaciones STEM. Muchos de los participantes provienen de carreras científicas, pero también hay quienes llegan de áreas como la comunicación, la sociología o los negocios. Al trabajar en equipos multidisciplinares, los participantes descubren cómo la tecnología puede complementar sus vocaciones, lo que a menudo se convierte en un punto de inflexión en sus trayectorias profesionales.
El modelo educativo del campus es innovador y se basa en la resolución de proyectos en equipo, sin clases teóricas ni profesores tradicionales. Esta metodología permite a los estudiantes avanzar a su propio ritmo y aprender de sus compañeros. Estibaliz resalta que el campus está abierto las 24 horas del día, los 365 días del año, lo que facilita un aprendizaje continuo y flexible.
En los cuatro años de andadura del campus, los resultados han sido positivos. Se ha posicionado como uno de los centros de formación más innovadores, con un 65% de los estudiantes encontrando empleo antes de finalizar su formación. Además, el compromiso con la diversidad es evidente, ya que se busca atraer a más mujeres al campo tecnológico y ofrecer programas de re-skilling para mayores de 45 años que desean actualizar sus competencias digitales. Este enfoque inclusivo es fundamental para construir un ecosistema tecnológico diverso y sostenible en Euskadi.