La vicelehendakari y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, ha compartido su visión sobre el futuro de la cultura vasca y los planes de su departamento en una reciente entrevista. Con un enfoque claro en la importancia de la cultura como motor social y económico, Bengoetxea ha destacado la necesidad de establecer un marco legal que respalde y potencie el sector cultural en Euskadi.
Uno de los principales objetivos de su gestión es la creación de una nueva Ley del Sistema Cultural Vasco, que se espera llevar al Parlamento a finales de 2026. Esta ley no solo busca proporcionar un sustento político y jurídico a la cultura, sino que también pretende involucrar a todos los actores relevantes, desde instituciones hasta profesionales del sector. Según Bengoetxea, esta legislación será fundamental para reconocer el valor que la cultura aporta a la sociedad, tanto en términos económicos como sociales.
La cultura vasca, que actualmente representa el 2% del PIB de la región, es vista como un pilar esencial para el desarrollo social. Con un impacto de aproximadamente 1.700 millones de euros al año y la generación de más de 28.000 empleos, Bengoetxea enfatiza que la cultura no solo debe ser consumida, sino también practicada. De hecho, un 40% de la población participa en actividades culturales de forma amateur, lo que subraya la importancia de la cultura en la cohesión social.
Durante la pandemia, el sector cultural fue uno de los más afectados, pero gracias a la resiliencia de los profesionales y el apoyo institucional, la oferta cultural ha crecido un 12% en 2024 en comparación con el año anterior. Sin embargo, Bengoetxea no se conforma con estos avances y busca seguir mejorando la participación ciudadana en la cultura. A pesar de que un 75% de la población consume cultura, la lectura en euskera ha disminuido, lo que ha llevado a la consejera a implementar un plan especial para fomentar la lectura en este idioma.
En cuanto a las condiciones laborales de los trabajadores culturales, el departamento está desarrollando una guía legal que abordará aspectos cruciales como los derechos de imagen y la propiedad intelectual. Además, se planea ofrecer un servicio de asesoría mercantil, legal y financiera para apoyar a los artistas y profesionales del sector. Bengoetxea también ha expresado su interés en que el Gobierno español avance en la creación de un estatuto del artista, que mejore las condiciones laborales y de seguridad social de los trabajadores culturales.
En términos de financiación, el Gobierno vasco ha destinado 80 millones de euros al ámbito cultural, lo que representa un aumento del 6% respecto al año anterior. De esta cantidad, 28 millones se destinarán directamente a los profesionales a través de convocatorias y proyectos específicos. Esta inversión es crucial para mantener la vitalidad del sector y asegurar que alrededor de 700 entidades se beneficien anualmente de estas ayudas.
La fiscalidad también juega un papel importante en el apoyo al sector cultural. Las diputaciones han implementado medidas fiscales atractivas para las actividades culturales, lo que ha permitido que la cultura se convierta en una industria más sólida. Bengoetxea ha agradecido la colaboración de las instituciones en este aspecto y ha señalado la necesidad de un pacto por la contratación de artistas, que garantice mejores condiciones laborales.
Por último, la consejera ha destacado el momento positivo que atraviesa el cine vasco, gracias a los apoyos institucionales y a la adaptación del sector a las nuevas realidades. Con el traspaso de competencias en cinematografía del Gobierno español a Euskadi, se espera que la producción audiovisual en euskera reciba un impulso significativo, lo que contribuirá a la visibilidad y crecimiento de la industria cultural en la región.
La visión de Ibone Bengoetxea para la cultura vasca es ambiciosa y está centrada en la creación de un marco legal que no solo reconozca la importancia de la cultura, sino que también la potencie como un motor de transformación social y económica. Con la participación activa de todos los actores involucrados, se espera que la cultura vasca continúe creciendo y evolucionando en los próximos años.