La economía española se enfrenta a un panorama incierto debido a la guerra comercial y a los conflictos geopolíticos que han surgido en los últimos años. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico para los próximos años, lo que refleja la preocupación por el impacto de los aranceles y la inestabilidad global. En este contexto, es fundamental analizar cómo estas circunstancias afectan las proyecciones del Producto Interno Bruto (PIB) y las políticas fiscales del país.
### Revisión de las Proyecciones de Crecimiento
La Airef ha ajustado sus estimaciones de crecimiento del PIB español, pronosticando un aumento del 2,3% para 2025, en comparación con el 2,5% que había estimado anteriormente el Gobierno. Para 2026, la proyección se ha reducido a un 1,7%, y se espera que esta tendencia a la baja continúe, con un crecimiento del 1,5% en 2029. Este cambio en las previsiones se debe principalmente a la incertidumbre generada por los conflictos comerciales y los aranceles impuestos a diversos productos.
El ministerio de Economía ha presentado su informe de progreso a la Comisión Europea, manteniendo la previsión de crecimiento del PIB en un 2,5% para 2025. Sin embargo, la Airef ha expresado dudas sobre la capacidad del consumo nacional para compensar el impacto negativo de los aranceles, sugiriendo que la recuperación no se producirá a la velocidad que el Gobierno anticipa. Esta discrepancia entre las proyecciones de la Airef y las del Gobierno pone de manifiesto la complejidad de la situación económica actual y la necesidad de un análisis más profundo de los factores que influyen en el crecimiento.
### Desafíos en la Política Fiscal
El seguimiento del informe de Progreso del Plan Fiscal y Estructural presentado por el Gobierno ha revelado deficiencias significativas en las previsiones fiscales a medio y largo plazo. La presidenta de la Airef, Cristina Herrero, ha criticado la falta de un marco fiscal claro más allá de 2025 y ha señalado que esto dificulta la identificación de riesgos y la formulación de políticas efectivas. La ausencia de previsiones macroeconómicas hasta 2028 limita la capacidad del Gobierno para planificar y gestionar adecuadamente la economía.
Herrero ha enfatizado la importancia de contar con un aval de la Airef para el escenario macroeconómico que se ha diseñado para los años 2026 a 2028. Sin una visión a medio plazo, la incertidumbre en el entorno económico podría aumentar, lo que a su vez afectaría la estabilidad fiscal del país. La presidenta ha subrayado que la actuación pública no debe añadir más incertidumbre a la ya existente, y que es esencial contar con previsiones claras para garantizar una gestión fiscal responsable.
A pesar de la revisión a la baja del PIB, la Airef no ha realizado cambios significativos en sus previsiones presupuestarias para el período 2025-2029. La autoridad considera que el margen creado en 2024, debido a un gasto menor al previsto, permitirá al Gobierno evitar la necesidad de tomar medidas drásticas hasta 2027. Sin embargo, este margen podría desaparecer rápidamente si el gasto continúa creciendo a un ritmo acelerado, especialmente en el ámbito de la defensa.
El Gobierno ha proyectado un aumento del gasto del 4,1% para 2025, impulsado principalmente por el incremento en el gasto militar. La Airef, por su parte, estima que este aumento podría ser aún mayor, alcanzando el 4,5%. Esta situación podría agotar casi todo el espacio adicional disponible y llevar al Gobierno al límite de las normas fiscales establecidas por la Unión Europea. En este contexto, la Airef ha indicado que no será necesario implementar medidas adicionales en 2026, pero sí será imprescindible actuar en los años siguientes para cumplir con los compromisos asumidos con Bruselas.
El aumento del gasto en defensa, aunque necesario en el contexto actual, también tendrá repercusiones en el déficit y la deuda del país. Herrero ha recordado que la ejecución del presupuesto es lo que realmente importa, y que las partidas que no se ejecutan no deben considerarse en la evaluación final del presupuesto. Por lo tanto, cualquier aumento en el gasto que no se había previsto inicialmente tendrá un impacto significativo en la situación fiscal del país.
La situación económica de España es compleja y está marcada por la incertidumbre global. Las revisiones de las proyecciones de crecimiento y las críticas a la política fiscal del Gobierno subrayan la necesidad de un enfoque más riguroso y transparente en la gestión económica. A medida que el país navega por estos desafíos, será crucial que las autoridades mantengan un diálogo abierto y constructivo para garantizar la estabilidad y el crecimiento a largo plazo.