En el contexto político actual de Gipuzkoa, la dinámica de los pactos entre diferentes fuerzas políticas ha cobrado un protagonismo inesperado. La reciente legislatura foral ha puesto de manifiesto la capacidad de negociación y la adaptabilidad de los partidos, especialmente del PNV y el PSE, quienes han encontrado en la colaboración una vía para mantener la estabilidad en un entorno marcado por la competencia electoral y la presión de EH Bildu.
### La Geometría Variable de los Pactos
La situación política en Gipuzkoa ha cambiado drásticamente desde las elecciones municipales y forales del 28 de mayo de 2023. Con la confirmación de que el eje PNV-PSE no contaba con la mayoría absoluta en las Juntas Generales, se abrió un nuevo capítulo en la política foral. La victoria de EH Bildu, que se posicionó como la primera fuerza en el territorio, generó incertidumbre entre los líderes del PNV y el PSE, quienes recordaron la historia de 2011, cuando decidieron permitir que EH Bildu gobernara. Sin embargo, esta vez, la estrategia era diferente. El PNV estaba decidido a evitar que la izquierda independentista asumiera el poder, consciente de que su objetivo era desplazar al PNV en el liderazgo de la comunidad nacionalista.
A pesar de la presión, Eider Mendoza, diputada general de Gipuzkoa, ha demostrado una notable habilidad para gestionar su minoría parlamentaria. Su enfoque en el diálogo y la búsqueda de acuerdos ha permitido desbloquear proyectos importantes, lo que ha sido bien recibido en un territorio donde la idea de «acuerdo entre diferentes» ha ganado aceptación. Este cambio de mentalidad ha sido fundamental para la aprobación de los presupuestos forales, donde el pacto con el PP, liderado por Mikel Lezama, ha sido clave para garantizar la estabilidad financiera del ente foral.
Además, el pacto fiscal alcanzado con Podemos Euskadi ha añadido otra capa de complejidad a esta nueva geometría política. A diferencia de EH Bildu, que se ha centrado en una estrategia ideológica, Podemos ha optado por un enfoque más pragmático, lo que ha permitido a los socialistas distanciarse del PP y reafirmar su compromiso con una política progresista. Este acuerdo ha sido crucial para mantener la estabilidad en un contexto donde la oposición de EH Bildu se ha fortalecido.
### Desafíos y Oportunidades en la Legislatura
La legislatura actual se ha caracterizado por un enfoque en la colaboración y la búsqueda de soluciones conjuntas. La alianza entre el PNV y el PSE ha permitido un gobierno en minoría que se sostiene sobre dos pilares fundamentales: el tiempo y el factor humano. Ambos partidos han mostrado un compromiso firme con la coalición, convencidos de que no hay una alternativa viable en el horizonte, a pesar del creciente apoyo a EH Bildu.
El tiempo ha sido un aliado en este proceso, ya que la estabilidad política se ha afianzado a medida que los partidos han aprendido a trabajar juntos. La relación personal entre Eider Mendoza y José Ignacio Asensio, líder del PSE, ha sido un factor determinante en la consolidación de esta alianza. A pesar de sus diferencias ideológicas, ambos han logrado dejar de lado los desencuentros del pasado y centrarse en los intereses comunes de Gipuzkoa.
Sin embargo, la legislatura no ha estado exenta de desafíos. La reciente muerte del diputado foral de Hacienda, Jokin Perona, y los cambios en el gabinete han puesto a prueba la resiliencia del gobierno. La entrada de nuevos miembros, como Itziar Agirre y Félix Urkola, ha requerido una adaptación rápida y efectiva para mantener la continuidad en la gestión.
En el ámbito municipal, los principales municipios de Gipuzkoa enfrentan sus propios retos. En Donostia, la vivienda y la movilidad se han convertido en temas centrales, mientras que en Irun, la nueva alcaldesa busca establecer un pacto que garantice la estabilidad. Errenteria y Eibar también enfrentan desafíos en la gestión, con EH Bildu bajo presión para demostrar su capacidad de gobernanza.
A medida que Gipuzkoa avanza en su agenda política, el enfoque en la sostenibilidad y la innovación se ha vuelto crucial. Proyectos como el Mubil Center, que busca posicionar a Gipuzkoa como un referente en movilidad inteligente, y la instalación del ordenador cuántico de IBM en San Sebastián, son ejemplos de cómo la región está apostando por un futuro más competitivo y sostenible. Sin embargo, el retraso en proyectos clave como Adinberri, debido a la escalada de costos, resalta la fragilidad de esta ambiciosa agenda.
La política en Gipuzkoa está en un momento de transformación, donde los pactos y la colaboración se han convertido en la norma. A medida que los partidos navegan por este nuevo paisaje político, la capacidad de adaptarse y encontrar puntos en común será fundamental para el futuro de la región.