En un emotivo acto celebrado en el Ayuntamiento de Gernika-Lumo, la localidad ha sido galardonada con el Premio Mediterráneo de la Paz 2025, un reconocimiento que simboliza su resistencia y compromiso con la memoria histórica. Este premio, que coincide con el 88.º aniversario del devastador bombardeo de 1937, ha sido entregado por el profesor Michele Capasso, Secretario General de la organización internacional Estados Unidos del Mundo.
El alcalde de Gernika-Lumo, José María Gorroño, fue el encargado de recibir el galardón, destacando que este reconocimiento es el resultado de un arduo trabajo en favor de la paz y la defensa de los derechos humanos. Gorroño enfatizó la importancia de que la voz de la paz desde Gernika-Lumo se escuche en todos los rincones del mundo, subrayando que la paz es un derecho colectivo que debe trascender fronteras.
Durante su discurso, el alcalde hizo un llamado a derribar los muros de odio, venganza, miedo y exclusión, afirmando que la paz debe ser un concepto global. “No podemos vivir en paz mientras existan injusticias, hambre y desolación en otros lugares”, declaró. Este mensaje resuena con la historia de Gernika, que ha sido un símbolo universal del horror de la guerra y un faro de esperanza para la paz.
El reconocimiento también incluye la designación de Gernika-Lumo y sus ciudadanos como «Abanderados de la Paz de los Estados Unidos del Mundo», un título que resalta su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la cultura de la paz. Este galardón ha sido otorgado anteriormente a personalidades de renombre, como la reina Rania de Jordania, la excanciller alemana Angela Merkel, el expresidente uruguayo José Mujica, el expresidente estadounidense Barack Obama y el rey de España, Felipe VI.
Como parte del homenaje, Gernika ha recibido un Tótem de la Paz, una escultura original del artista italiano Mario Molinari, que se incorpora al patrimonio simbólico de la ciudad. Este tótem representa no solo la memoria del pasado, sino también la esperanza de un futuro en paz.
La historia de Gernika es un recordatorio constante de los horrores de la guerra y la importancia de la paz. El bombardeo de 1937, que destruyó gran parte de la localidad, dejó una huella imborrable en la memoria colectiva, convirtiendo a Gernika en un símbolo de resistencia y lucha por la paz. Este nuevo reconocimiento refuerza el papel de la localidad en la promoción de los derechos humanos y la memoria histórica, convirtiéndola en un referente a nivel mundial.
El acto de entrega del premio no solo fue una celebración de los logros de Gernika-Lumo, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la paz en el mundo actual. En un contexto global donde las injusticias y los conflictos persisten, el mensaje de Gernika resuena con más fuerza que nunca. La paz no es solo un ideal, sino una necesidad urgente que debe ser promovida y defendida en todos los rincones del planeta.
La comunidad de Gernika-Lumo, a través de su alcalde y sus ciudadanos, ha demostrado que la lucha por la paz es un esfuerzo colectivo que requiere compromiso y dedicación. Este reconocimiento es un paso más en su camino hacia la construcción de un mundo más justo y pacífico, donde la memoria histórica se convierta en un motor para la acción y el cambio social.
En resumen, el Premio Mediterráneo de la Paz 2025 otorgado a Gernika-Lumo es un testimonio del poder de la memoria y la resistencia. La localidad continúa siendo un faro de esperanza y un ejemplo de cómo la historia puede inspirar acciones concretas en favor de la paz y los derechos humanos.