La canela es una especia apreciada en todo el mundo, no solo por su sabor, sino también por sus propiedades beneficiosas para la salud. Sin embargo, un reciente estudio del Joint Research Centre (JRC) de la Unión Europea ha revelado que un alarmante 66% de las marcas de canela en el mercado europeo no cumplen con los estándares de calidad y seguridad alimentaria. Este hallazgo pone de manifiesto la necesidad de una mayor regulación y control en la industria de las especias, especialmente en un producto tan popular como la canela.
### La Calidad de la Canela en la UE
El estudio del JRC analizó un total de 104 muestras de canela, incluyendo 44 etiquetadas como ‘canela de Ceilán’, que es la variedad más valorada y considerada de alta calidad. Las muestras fueron recolectadas de varios países de la UE, así como del Reino Unido, Serbia y Sri Lanka. Los resultados fueron preocupantes: más de la mitad de las muestras no cumplían con las normativas establecidas por la legislación europea de seguridad alimentaria.
Uno de los principales problemas identificados en el estudio es la presencia de cumarina, un compuesto que se encuentra en la canela Cassia, que puede ser tóxico para el hígado si se consume en grandes cantidades. La investigación reveló que el 9,6% de las muestras analizadas superaban el límite legal de 2 mg/kg de plomo, lo que representa un riesgo significativo para la salud pública, especialmente para los niños, ya que 31 de las muestras contenían niveles peligrosos de cumarina.
La canela de Ceilán, originaria de Sri Lanka, es la más buscada por sus propiedades y sabor. Sin embargo, el estudio encontró que hasta un 9% de las muestras etiquetadas como canela de Ceilán estaban adulteradas con canela Cassia, que es más barata y de menor calidad. Esta sustitución no solo engaña a los consumidores, sino que también plantea serias preocupaciones sobre la seguridad alimentaria.
### Prácticas Fraudulentas y Necesidad de Regulación
El análisis del JRC también destacó otras prácticas fraudulentas en la industria de la canela. Se descubrió que algunas marcas estaban utilizando partes del canelo que no son la corteza, como raíces, hojas y flores, lo que no solo afecta la calidad del producto, sino que también puede tener implicaciones para la salud de los consumidores. Además, alrededor del 21% de las muestras no cumplían con las normas internacionales debido a un alto contenido total de cenizas, lo que indica una falta de control en la producción y comercialización de la canela.
La creciente demanda de canela en la UE, que en 2023 se convirtió en la quinta especia más importada, ha hecho que este producto sea un objetivo atractivo para los estafadores. La combinación de un mercado en expansión y la falta de controles rigurosos ha creado un entorno propicio para el fraude. Por lo tanto, es fundamental que los responsables políticos, los laboratorios de control y los fabricantes presten atención a esta situación y trabajen juntos para implementar medidas que garanticen la calidad y seguridad de la canela en el mercado.
El estudio también sugiere que se necesitan métodos analíticos estandarizados para detectar y confirmar la adulteración de la canela. La implementación de técnicas más precisas podría ayudar a los laboratorios de control oficial a identificar muestras fraudulentas con mayor eficacia, protegiendo así a los consumidores de productos potencialmente dañinos.
La situación actual en el mercado de la canela es un claro recordatorio de la importancia de la transparencia y la regulación en la industria alimentaria. A medida que la demanda de especias continúa creciendo, es esencial que se establezcan medidas más estrictas para garantizar que los productos que llegan a los estantes de las tiendas sean seguros y de alta calidad. La confianza del consumidor es fundamental, y es responsabilidad de todos los actores involucrados en la cadena de suministro asegurar que se mantenga.
La canela, como muchas otras especias, tiene un lugar especial en la cocina y en la medicina tradicional. Sin embargo, la adulteración y el fraude no solo afectan la calidad del producto, sino que también pueden tener consecuencias graves para la salud de los consumidores. Por lo tanto, es crucial que se tomen medidas inmediatas para abordar estos problemas y proteger a los consumidores de prácticas engañosas en el mercado de la canela.