La bodega Familia Torres, con más de 150 años de historia, se ha consolidado como un referente en el mundo del vino. Miguel A. Torres, su actual presidente, ha liderado la empresa desde 1991 y ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de su trayectoria. En un contexto donde el cambio climático y las nuevas tendencias de consumo marcan el rumbo del sector vitivinícola, Torres comparte su visión sobre el futuro de la compañía y su compromiso con la sostenibilidad.
### Desafíos del Sector Vitivinícola
El mundo del vino se enfrenta a retos significativos que van desde el cambio climático hasta la evolución de los hábitos de consumo. Torres reconoce que la sequía de los últimos años ha impactado de manera directa en la producción de uva en la región del Penedès. En 2023, la cosecha se vio severamente afectada, pero el panorama ha mejorado en 2024 y 2025 gracias a las lluvias primaverales. Para adaptarse a estas condiciones adversas, la bodega ha comenzado a implementar sistemas de riego en sus viñedos, apoyándose en iniciativas de la Generalitat para crear comunidades de regantes y utilizar agua regenerada.
La adaptación al cambio climático no solo se limita a la gestión del agua. Torres ha observado que el aumento de las temperaturas provoca una maduración más temprana de la uva, lo que puede comprometer la calidad del vino. Para mitigar este efecto, la bodega ha apostado por el riego, que ayuda a mantener la calidad de las uvas y a retrasar la maduración.
Además, la compañía ha sido pionera en la creación de un vino desalcoholizado, conocido como Natureo, que ha tenido una buena acogida en el mercado. Con una inversión de 6 millones de euros, se planea construir una nueva bodega dedicada exclusivamente a la producción de vinos sin alcohol, reflejando así la evolución de los hábitos de consumo hacia opciones más saludables.
### Compromiso con la Sostenibilidad
El compromiso de Familia Torres con el medio ambiente es innegable. Desde 2008, la bodega ha invertido 23 millones de euros en acciones relacionadas con la lucha contra el cambio climático. Torres se ha convertido en un defensor activo de la sostenibilidad, impulsando el programa Torres & Earth, que se centra en la adaptación, mitigación y la influencia sobre terceros en la industria vitivinícola.
La adaptación incluye la compra de viñedos en regiones más al norte y la implementación de prácticas agrícolas más sostenibles. En cuanto a la mitigación, la bodega ha logrado reducir sus emisiones de carbono en un 40% gracias a un plan concreto que se ha ido aplicando a lo largo de los años. Además, Torres ha cofundado la asociación International Wineries for Climate Action, que reúne a productores de vino comprometidos con la sostenibilidad.
Torres también ha expresado su preocupación por la falta de acciones gubernamentales suficientes para abordar la emergencia climática. Considera que es fundamental que se implementen políticas que fomenten el uso de vehículos eléctricos y que se revisen los impuestos sobre combustibles fósiles. Su visión es que la industria vitivinícola no solo debe adaptarse a los cambios, sino que también debe liderar el camino hacia un futuro más sostenible.
### La Transición Generacional
A medida que Miguel A. Torres se prepara para dar un paso al lado en la dirección de la bodega, la transición generacional se convierte en un tema crucial. Su hijo Miquel, junto con su hija Mireia, están asumiendo roles cada vez más importantes dentro de la empresa. Mireia, en particular, ha estado a la vanguardia de la innovación y el conocimiento en Familia Torres, mientras que Miquel está en proceso de reincorporarse tras un tiempo fuera de la compañía.
Torres ha dejado claro que la bodega seguirá siendo una empresa familiar. A pesar de los cambios en la dirección, su compromiso con la calidad y la sostenibilidad se mantendrá como la piedra angular de la filosofía de la empresa. La visión de Torres para el futuro es clara: alcanzar la neutralidad de emisiones en 20 años y continuar siendo un referente en la producción de vinos de alta calidad.
La historia de Familia Torres es un testimonio de resiliencia y adaptación. A medida que el sector vitivinícola navega por tiempos inciertos, la bodega se posiciona no solo como un productor de vino, sino como un líder en sostenibilidad y un ejemplo de cómo las empresas familiares pueden evolucionar y prosperar en un mundo cambiante.