La localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros, situada en un valle al noroeste de las merindades, es un destino ideal para los amantes del senderismo. Con un entorno montañoso que incluye lugares emblemáticos como Machorras y Castro Valnera, esta área ofrece una variedad de rutas que permiten disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. En esta ocasión, exploraremos una ruta que se aleja de los caminos más transitados, permitiendo una experiencia más íntima con el paisaje.
La ruta que proponemos tiene una longitud de 14,86 kilómetros y un desnivel positivo de 443 metros. Dependiendo del ritmo, se puede completar en aproximadamente 1 hora y 45 minutos corriendo, 2 horas y 10 minutos caminando o 2 horas y 40 minutos en un senderismo más relajado. Para llegar al punto de partida, hay varias opciones dependiendo de la ciudad de origen. Desde Bilbao, se puede tomar la A-8 hacia Santander y luego seguir las indicaciones hacia Bercedo y Hornillalatorre. Desde Donostia, Vitoria o Pamplona, las rutas son igualmente accesibles, facilitando el acceso a esta hermosa zona.
Una vez en Hornillalatorre, el inicio de la ruta es sencillo. Tras unos primeros metros por asfalto, se toma una pista de tierra que lleva a la población de Redondo. Este primer tramo de dos kilómetros ofrece vistas impresionantes del paisaje circundante, haciendo que el recorrido sea un deleite para los sentidos. Al llegar a Redondo, se puede admirar la iglesia de San Cristóbal Mártir, que se erige como un punto de referencia en el valle de Sotoscueva.
A partir de aquí, la ruta se adentra en el monte, donde comienza una ascensión más exigente. En tres kilómetros, se ascienden más de 300 metros, lo que proporciona vistas espectaculares del valle y las peñas que lo rodean. Este tramo es ideal para aquellos que buscan un poco de desafío, pero también para los que desean disfrutar de la belleza natural del entorno. A medida que se avanza, se puede vislumbrar el monumento natural de Ojo de Guareña, un lugar de gran interés geológico y turístico.
Es importante estar bien preparado para esta ruta. La hidratación es clave, ya que hay fuentes a lo largo del camino. Además, se recomienda usar calzado adecuado para las diversas superficies que se encontrarán, desde asfalto hasta senderos de tierra y piedras. La ruta es accesible y fácil de seguir, con solo un par de cruces que requieren atención.
Uno de los momentos más sorprendentes de la excursión es la entrada a un impresionante hayedo. Este bosque, que parece surgir de la nada, ofrece un cambio radical en el entorno, con imponentes hayas y el sonido de la fauna local. Este espacio natural es perfecto para disfrutar de la tranquilidad y la paz que ofrece la naturaleza, lejos del bullicio de las rutas más concurridas.
Al continuar la ruta, se alcanza la cima del Domingo Pájaro, que se eleva a 1.077 metros. Desde aquí, las vistas son espectaculares, abarcando no solo Espinosa y el valle de Sotoscueva, sino también otros montes importantes de la zona. Este punto es ideal para descansar y reponer fuerzas antes de iniciar el descenso.
El camino de regreso es sencillo, aunque se debe tener cuidado con el desnivel. A medida que se desciende, se vuelve a cruzar Redondo, donde se puede disfrutar de la vista del desfiladero de la Hoz y de las peñas que flanquean Hornillalatorre. Esta ruta no solo es una oportunidad para hacer ejercicio, sino también para conectar con la naturaleza y disfrutar de un entorno rural poco frecuentado.
Para aquellos que deseen complementar su jornada de senderismo, Espinosa de los Monteros ofrece una rica historia y cultura. La localidad cuenta con numerosos monumentos, incluyendo el ayuntamiento del siglo XIX, varias torres medievales y la iglesia de Santa Cecilia. Además, el monumento natural de Ojo de Guareña, con sus impresionantes galerías kársticas, es una visita obligada para los amantes de la geología y la espeleología.
En resumen, la ruta por los bosques de Espinosa de los Monteros es una experiencia que combina ejercicio, naturaleza y cultura, perfecta para una escapada de un día. Con paisajes impresionantes y un entorno tranquilo, es un destino que merece ser explorado.