El Sevilla FC ha emitido un comunicado oficial condenando las agresiones físicas y verbales que sufrieron varios de sus trabajadores, incluyendo a Ignacio Navarro, director de Estrategia y Desarrollo Corporativo del club. Este pronunciamiento se produce en un contexto de creciente tensión entre la afición y la directiva, especialmente tras la reciente derrota del equipo ante el Atlético de Madrid.
La situación se tornó crítica durante y después del partido, donde los aficionados mostraron su descontento de manera contundente. En los prolegómenos del encuentro, se llevó a cabo una manifestación de protesta que culminó en un mosaico en la grada de Preferencia. Sin embargo, la atmósfera se volvió aún más hostil durante el partido, lo que llevó a que el árbitro, Soto Grado, detuviera el juego por varios minutos debido a las quejas de los espectadores.
El ambiente se volvió insostenible, y tras el pitido final, se produjeron incidentes graves. Ignacio Navarro fue objeto de insultos y agresiones físicas por parte de algunos aficionados, lo que obligó a su retorno al estadio bajo la protección de la seguridad privada y la policía. Este hecho ha sido ampliamente difundido en redes sociales, generando una ola de indignación y preocupación por la seguridad de los trabajadores del club.
En su comunicado, el Sevilla FC ha dejado claro que no tolerará ningún tipo de violencia ni incitación al odio, afirmando que tales actos no representan los valores de la afición sevillista. La directiva ha manifestado su intención de perseguir y denunciar cualquier acto violento, reafirmando su compromiso con un entorno seguro y respetuoso para todos los involucrados en el club.
La reacción de la afición no es aislada, ya que se ha visto acompañada por un creciente descontento hacia la gestión del presidente José María del Nido Carrasco. Este descontento ha llevado a movilizaciones y protestas organizadas por grupos de aficionados, como los Biris Norte, quienes han convocado manifestaciones en contra de la directiva. La situación en Nervión es tensa, y el club se enfrenta a un desafío significativo para recuperar la confianza de su base de seguidores.
El Sevilla FC, conocido por su rica historia y su apasionada afición, se encuentra en un momento crítico. La combinación de resultados deportivos insatisfactorios y la creciente tensión entre la directiva y los aficionados plantea un escenario complicado. La directiva deberá trabajar arduamente para abordar las preocupaciones de los seguidores y restaurar la armonía dentro del club.
En este contexto, la condena de la violencia y el compromiso de proteger a sus empleados son pasos necesarios para restablecer la confianza y la seguridad en el entorno del Sevilla FC. La afición, que históricamente ha sido un pilar fundamental del club, espera que se tomen medidas efectivas para garantizar que el estadio sea un lugar seguro para todos, donde el respeto y la pasión por el fútbol prevalezcan sobre la violencia y el odio.