La sidra, un emblema de la cultura y gastronomía vasca, ha encontrado un nuevo hogar en el primer sagarbar del mundo, ubicado en Gipuzkoa. Este innovador espacio, situado en Astigarraga, ha revolucionado la forma en que se disfruta de esta bebida tradicional, ofreciendo una experiencia única que combina tradición y modernidad.
En el sagarbar Malum Rex, los visitantes pueden deleitarse con una amplia variedad de sidras, con hasta 12 grifos disponibles que ofrecen diferentes estilos y sabores. Además de la sidra, el local también presenta otras bebidas elaboradas a base de esta, lo que permite a los asistentes explorar un mundo de sabores que van más allá de lo convencional. Para complementar la bebida, el menú incluye una selección de platos que satisfacen todos los gustos, incluyendo opciones veganas, lo que lo convierte en un lugar inclusivo y diverso.
La experiencia en el sagarbar no se limita solo a la bebida. La sidra es un símbolo de la cultura vasca, y las sidrerías han sido durante mucho tiempo un punto de encuentro donde la tradición y el sabor se entrelazan. En localidades como Astigarraga y Hernani, se pueden encontrar numerosas sidrerías que ofrecen sidra natural y menús auténticos. Estos espacios están diseñados para fomentar la interacción social, con largas mesas compartidas y un ambiente festivo que invita a la conversación y al disfrute.
Uno de los rituales más emblemáticos asociados a la sidra es el conocido como «txotx». Durante este ritual, los visitantes se acercan a las barricas para probar la sidra directamente, que se sirve desde un grifo a una altura considerable. Este método no solo oxigena la bebida, sino que también resalta sus sabores y aromas, creando una experiencia sensorial única. El menú típico de las sidrerías suele ser fijo y se centra en productos locales de alta calidad. Entre los platos más destacados se encuentra la chuleta a la parrilla, acompañada de tortilla de bacalao y bacalao frito con pimientos verdes. Para finalizar, el postre incluye queso Idiazábal, membrillo y nueces, una combinación que resalta los sabores auténticos de la región.
Las sidrerías vascas son mucho más que simples lugares para comer y beber; son espacios de encuentro y preservación de una tradición ancestral. Durante la temporada de sidra, estas sidrerías reciben a miles de visitantes, tanto locales como turistas, que buscan disfrutar de una experiencia que conecta con la historia y el corazón de Euskadi. La sidra, con su sabor fresco y ligeramente ácido, se convierte en el acompañante perfecto para una comida que celebra la riqueza de los productos locales.
El sagarbar Malum Rex, al ser el primero de su tipo en el mundo, representa una evolución en la forma en que se consume la sidra, ofreciendo un espacio donde se puede disfrutar de esta bebida en un ambiente moderno y acogedor. La combinación de una amplia variedad de sidras y un menú diverso permite a los visitantes explorar nuevas formas de disfrutar de la sidra, al tiempo que se mantiene la esencia de la tradición vasca.
En resumen, el sagarbar no solo es un lugar para degustar sidra, sino un espacio que celebra la cultura vasca y su rica gastronomía. Con su enfoque en la calidad de los ingredientes y la experiencia del cliente, se posiciona como un destino imperdible para aquellos que deseen sumergirse en el mundo de la sidra y la gastronomía de Euskadi.