El pasado 6 de septiembre de 2025, el príncipe Hisahito de Japón, segundo en la línea de sucesión al Trono del Crisantemo, celebró su ceremonia de mayoría de edad al cumplir 19 años. Este evento es significativo no solo por la edad que alcanza, sino porque marca el inicio de su participación en la agenda oficial de la familia imperial japonesa. La ceremonia, que no se había celebrado en 40 años desde que su padre, el príncipe heredero Fumihito, la realizó en 1985, representa un hito importante en la historia de la familia imperial.
La mayoría de edad en Japón se celebraba tradicionalmente a los 20 años, pero en 2022 se aprobó una reforma que redujo esta edad a 18. Aunque Hisahito cumplió 18 años el año anterior, la ceremonia se pospuso para que pudiera concentrarse en su examen de ingreso a la universidad, el cual tuvo lugar en la primavera de este año. Este cambio en la legislación refleja una evolución en la percepción de la juventud y la responsabilidad en la sociedad japonesa.
La jornada de la ceremonia comenzó temprano, a las 8:30 hora local, con la llegada de un chambelán y otros mensajeros imperiales a la residencia del príncipe. Estos le entregaron un tocado especial conocido como ‘kanmuri’, un símbolo de su nueva etapa. Vestido con un elegante chaqué, Hisahito se trasladó en un carruaje tirado por caballos, el mismo que utilizó su padre en su ceremonia, hacia el Palacio Imperial para participar en el rito principal, denominado ‘Kakan no Gi’.
Durante esta ceremonia, que tuvo lugar poco antes de las 10:00 hora japonesa, el príncipe vistió un atuendo tradicional de color amarillo, característico de los menores de edad, que incluía una cola de seis metros de largo. Este atuendo simboliza su transición a la adultez y su coronación en presencia del emperador Naruhito y la emperatriz Masako. La ceremonia fue un evento solemne, reservado exclusivamente para los hombres de la dinastía, quienes son los únicos con derechos sucesorios en la actualidad. La atmósfera fue de respeto y reverencia, interrumpida solo por el sonido de las tijeras cortando el cordón que ajustaba el tocado a su cabeza y las palabras que el joven pronunció ante los emperadores y sus padres.
A continuación, Hisahito cambió a un atuendo de adulto de color negro y se dirigió a visitar tres santuarios ubicados en el recinto del Palacio Imperial. Este acto es parte de los rituales que simbolizan su conexión con la tradición y la espiritualidad de la familia imperial. La jornada continuó con más cambios de vestuario y otros ritos, incluyendo la recepción del Gran Cordón de la Orden Suprema del Crisantemo de manos del emperador, así como reuniones con el gran chambelán de la Agencia de la Casa Imperial y con los emperadores eméritos, sus abuelos Akihito y Michiko.
El banquete oficial que se celebró al final del día fue otro de los momentos destacados de la ceremonia. Este evento no solo reunió a miembros de la familia imperial, sino también a dignatarios y figuras importantes del gobierno japonés, lo que subraya la relevancia del príncipe en el contexto político y social del país. La ceremonia de mayoría de edad de Hisahito no se limita a un solo día; los ritos se extenderán durante varios días. El 8 de septiembre, el príncipe viajará al Gran Santuario de Ise, el más sagrado de Japón, donde se custodia el Espejo Sagrado, uno de los tres tesoros que, según la leyenda, fueron otorgados por las deidades al primer emperador japonés, Jinmu. Posteriormente, visitará la tumba de este emperador en Kashihara, Nara, antigua capital de Japón.
El 9 de septiembre, Hisahito rendirá homenaje en la tumba de su bisabuelo, el emperador Showa, ubicada en el oeste de Tokio. Finalmente, el 10 de septiembre, concluirá los actos protocolarios de su ceremonia participando en un banquete con el primer ministro, Shigeru Ishiba. Estos eventos no solo marcan el inicio de su vida pública, sino que también reflejan la continuidad de la tradición imperial japonesa y la importancia de la familia real en la cultura del país. La ceremonia de mayoría de edad de Hisahito es un recordatorio de la rica historia de Japón y de los valores que la familia imperial representa para su pueblo.