La reciente crisis en torno a las pulseras antimaltrato ha abierto un nuevo frente político en España, donde el Partido Popular (PP) busca capitalizar el descontento generado por la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, se encuentra en el centro de la controversia, tras la revelación de fallos técnicos en el sistema de control de agresores, lo que ha llevado a la oposición a cuestionar la efectividad de las políticas de protección a las mujeres.
### La Controversia de las Pulseras Antimaltrato
Las pulseras antimaltrato son dispositivos diseñados para proteger a las víctimas de violencia de género, permitiendo un seguimiento en tiempo real de los agresores. Sin embargo, un cambio de proveedor en el servicio ha generado una serie de problemas técnicos que han resultado en un número indeterminado de sobreseimientos provisionales y fallos absolutos en los casos de agresores. Esta situación ha sido denunciada por la Fiscalía General del Estado, lo que ha llevado al PP a exigir responsabilidades al Gobierno y a plantear la reprobación de la ministra Redondo.
El PP ha decidido llevar la situación a la Comisión Europea, argumentando que el Gobierno podría haber vulnerado hasta cuatro directivas comunitarias que protegen a las víctimas de maltrato. La eurodiputada Rosa Estarás ha sido una de las voces más críticas, afirmando que las mujeres no pueden quedar desprotegidas debido a la negligencia en la gestión de un contrato público. Esta estrategia busca no solo señalar la ineficacia del Gobierno, sino también atraer el voto femenino, un segmento crucial en las próximas elecciones.
### Estrategias del PP para Atraer el Voto Femenino
La crisis de las pulseras antimaltrato se suma a otros escándalos que han afectado al PSOE, como la polémica en torno a la ley del ‘solo sí es sí’, que ha resultado en la excarcelación de agresores sexuales. El PP, bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, ha encontrado en esta situación una oportunidad para posicionarse como el defensor de los derechos de las mujeres, a pesar de su historial en políticas de género.
Feijóo ha enfatizado que el Gobierno de Sánchez, que se autodenomina feminista, ha sido el más dañino para las mujeres en la historia reciente de España. Esta narrativa busca deslegitimar las políticas del PSOE y atraer a aquellas mujeres que se sienten desprotegidas o insatisfechas con la gestión actual. La estrategia incluye no solo la denuncia de fallos en la protección de las víctimas, sino también un llamado a la acción, instando a Sánchez a destituir a Redondo.
La portavoz del PP en el Senado, Alicia García, ha sido clara al afirmar que cualquier Gobierno decente debería pedir perdón y dimitir en bloque ante la gravedad de la situación. Este tipo de retórica busca conectar emocionalmente con el electorado femenino, que ha sido históricamente un bastión del PSOE, pero que podría estar reconsiderando su apoyo ante los recientes escándalos.
### La Respuesta del Gobierno y el Contexto Político
En respuesta a las críticas, Ana Redondo ha minimizado el riesgo de los fallos en las pulseras, argumentando que solo un 1% de los dispositivos presenta problemas. Además, ha culpado a los fiscales de generar un alarmismo innecesario, defendiendo que las mujeres no han sufrido desprotección. Esta defensa, sin embargo, ha sido recibida con escepticismo por parte de la oposición y de algunos sectores de la sociedad que consideran que la seguridad de las víctimas no puede ser puesta en duda.
La situación se complica aún más por el contexto electoral en el que se encuentra España. Con elecciones en el horizonte, tanto el PP como el PSOE están en una carrera por captar el voto femenino, un segmento que ha demostrado ser decisivo en elecciones anteriores. La estrategia del PP de centrar su campaña en la defensa de las mujeres y la denuncia de la gestión del PSOE podría resultar efectiva si logra resonar con las preocupaciones reales de las votantes.
A medida que se acercan las elecciones, la crisis de las pulseras antimaltrato se convierte en un tema candente que podría influir en el resultado electoral. La capacidad del PP para presentar una alternativa viable y convincente a las políticas del PSOE será crucial para determinar si logra atraer a un electorado que, hasta ahora, ha sido leal al partido en el poder. La batalla por el voto femenino está en marcha, y la crisis actual podría ser el catalizador que cambie el rumbo de la política española en los próximos meses.