La inversión en innovación es un pilar fundamental para el crecimiento económico y la competitividad de cualquier país. En España, un reciente informe ha revelado que la inversión en activos intangibles, que incluye áreas como la investigación y desarrollo (I+D), el software y el capital humano, está altamente concentrada en cuatro comunidades autónomas: Madrid, Catalunya, País Vasco y Comunidad Valenciana. Estas regiones representan más del 70% del gasto total en innovación del país, lo que pone de manifiesto las disparidades en el ecosistema de innovación español.
### Concentración de Inversiones en Innovación
El informe de BBVA Research destaca que Madrid y el País Vasco son las comunidades que más invierten en innovación, con un porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 3%. Esto es casi el doble del promedio nacional, que se sitúa en un 1,5%. Catalunya, aunque también es un actor importante en este ámbito, se queda por debajo del 2% en términos de PIB destinado a innovación. Por otro lado, aunque Andalucía muestra un volumen absoluto significativo en la inversión en intangibles, su porcentaje de PIB es considerablemente menor, lo que sugiere que hay un amplio margen para incrementar esta inversión.
La concentración de la inversión en innovación no solo se refleja en el gasto, sino también en la actividad empresarial. Madrid lidera la concentración del volumen de ventas de activos intangibles, alcanzando un 29% del total. Esto indica que la capital española no solo es un centro de decisiones políticas y económicas, sino también un núcleo vital para la innovación y el desarrollo empresarial en el país. Catalunya, por su parte, destaca por tener el mayor número de empresas dedicadas a la innovación, lo que sugiere un ecosistema empresarial dinámico y en crecimiento.
### Especialización Regional en Innovación
El informe también revela patrones de especialización en las diferentes comunidades autónomas. Catalunya se posiciona como la región líder en inversión en I+D, lo que es crucial para el desarrollo de nuevas tecnologías y la mejora de procesos existentes. Sin embargo, Madrid y Andalucía sobresalen en la oferta de servicios de informática y otros intangibles, lo que refleja una diversificación en las áreas de innovación en las que cada región se está enfocando.
Un aspecto interesante que se destaca en el estudio es la tendencia local en la comercialización de intangibles. La mayoría de los activos intangibles se venden dentro de la misma comunidad autónoma, lo que puede limitar el intercambio y la colaboración entre regiones. Sin embargo, hay una excepción notable en el ámbito de la I+D, donde se observa un mayor intercambio entre comunidades, especialmente hacia Madrid. Esto sugiere que la capital no solo actúa como un centro de consumo de innovación, sino también como un hub que atrae talento y recursos de otras regiones.
El estudio se basa en un innovador indicador desarrollado por BBVA, que analiza más de 250.000 transacciones bancarias anónimas realizadas entre 2019 y 2024 por aproximadamente 37.000 empresas. Esta metodología permite identificar pagos de facturas entre empresas, lo que a su vez facilita la medición de la evolución de la inversión en intangibles. Este enfoque proporciona una visión más clara y precisa del panorama de la inversión en innovación en España, permitiendo a los responsables políticos y a los empresarios tomar decisiones más informadas.
En resumen, el mapa de la inversión en innovación en España revela una concentración significativa en ciertas comunidades autónomas, lo que plantea preguntas sobre la equidad y el potencial de crecimiento en otras regiones. Las políticas públicas tienen un papel crucial en la reducción de estas brechas territoriales, fomentando un ecosistema de innovación más equilibrado y accesible para todas las comunidades. La inversión en innovación no solo es vital para el crecimiento económico, sino que también es esencial para la creación de empleo y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. A medida que España avanza hacia un futuro más digital y tecnológico, es fundamental que todas las regiones tengan la oportunidad de contribuir y beneficiarse de este proceso.