La reciente intervención del lehendakari Imanol Pradales en el Parlamento Vasco ha puesto de manifiesto la complejidad y la urgencia de abordar la cuestión migratoria en Euskadi. En un contexto de tensiones políticas entre el PNV y el PSE, Pradales ha defendido la necesidad de una migración «ordenada, segura y regular», enfatizando que las personas deben estar en el centro de cualquier política migratoria. Esta declaración se produce tras una semana de intensos debates y reproches entre los partidos que conforman la coalición de gobierno, lo que ha llevado a la oposición a cuestionar la estabilidad del ejecutivo vasco.
La controversia surgió a raíz de las declaraciones del lehendakari, quien planteó interrogantes sobre el tipo de migración que Euskadi necesita y cuál es la realidad de la migración que está recibiendo. Estas palabras fueron interpretadas por algunos sectores como una distinción entre inmigrantes cualificados y no cualificados, lo que generó una ola de críticas desde diferentes grupos de la oposición, incluyendo EH Bildu, PP, Sumar y Vox. En este contexto, Pradales ha intentado calmar las aguas, describiendo las diferencias entre el PNV y el PSE como un «catarro» y reafirmando la buena salud de la coalición.
### La Migración como Oportunidad y Desafío
Durante su intervención, Pradales subrayó que la migración no solo es un reto, sino también una oportunidad para Euskadi. En los últimos cinco años, aproximadamente 75,000 personas migrantes han llegado a la comunidad autónoma, lo que plantea la necesidad de gestionar adecuadamente esta realidad. El lehendakari destacó que el Gobierno Vasco debe anticipar las necesidades y prepararse para los retos futuros que la migración presenta. «No vale mirar para otro lado; la obligación de este gobierno es atender y gestionar este tema», afirmó.
El Pacto Social Vasco para la Migración, ratificado en abril con un 88% de apoyo en el Parlamento, se ha convertido en una guía para las políticas migratorias del gobierno. Este pacto busca garantizar una migración que respete los derechos humanos, fomente la cohesión social y promueva la integración. Pradales insistió en que es fundamental poner a las personas en el centro de las políticas migratorias, defendiendo que la dignidad y los valores humanos deben prevalecer en cualquier enfoque adoptado.
A pesar de los esfuerzos del lehendakari por enmarcar la migración como un aspecto positivo, la oposición ha aprovechado la situación para criticar la gestión del gobierno. La portavoz de EH Bildu, Nerea Kortajarena, argumentó que las diferencias entre el PNV y el PSE son más que un simple «catarro» y reflejan un gobierno que se está desgobernando. Por su parte, el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, cuestionó las políticas de integración laboral, señalando que la tasa de desempleo entre inmigrantes es significativamente más alta que la de los ciudadanos vascos.
### La Respuesta de la Oposición y el Debate Público
La oposición ha utilizado el pleno de control para interpelar directamente al lehendakari sobre su visión de la migración. Jon Hernández, parlamentario de Sumar, criticó la perspectiva utilitarista que parece subyacer en las declaraciones de Pradales, sugiriendo que esta visión podría abrir la puerta a discursos discriminatorios que clasifican a los migrantes en categorías de «buenos» y «malos». Hernández advirtió que este tipo de retórica podría socavar el consenso social en torno a los derechos humanos y la acogida de migrantes en Euskadi.
La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, también intervino en el debate, planteando interrogantes sobre el modelo de inmigración que necesita Euskadi. Su intervención, junto con las críticas de otros partidos, ha evidenciado la polarización del debate migratorio en la comunidad, donde las posturas varían desde enfoques más humanitarios hasta discursos más xenófobos y populistas.
En este contexto, Pradales ha defendido la necesidad de una política migratoria «corresponsable y humanitaria», en contraposición a los discursos que considera perjudiciales. La situación actual en Euskadi refleja no solo la complejidad de la migración, sino también la necesidad de un diálogo constructivo que permita abordar las preocupaciones de todos los sectores de la sociedad.
La gestión de la migración en Euskadi se presenta como un desafío multifacético que requiere un enfoque integral, que no solo contemple la llegada de migrantes, sino también su integración y el respeto a sus derechos. La postura del lehendakari y la respuesta de la oposición son solo el comienzo de un debate que promete ser central en la agenda política de la comunidad en los próximos años.