El lehendakari Imanol Pradales ha hecho un llamado a la oposición en el Parlamento Vasco para iniciar un diálogo abierto sobre los Presupuestos vascos de 2026. En un pleno que se centró en la presentación de las cuentas, Pradales enfatizó su disposición a negociar «sin líneas rojas», a pesar de que su partido, el PNV, junto con el PSE, ya cuenta con la mayoría absoluta necesaria para aprobar el proyecto sin necesidad de apoyo adicional. Esta postura refleja un intento de fomentar un ambiente de colaboración y consenso en un contexto político a menudo polarizado.
Durante su intervención, Pradales destacó que su intención no es aplicar el «rodillo» de la mayoría, sino más bien «ensanchar el acuerdo» con otros grupos políticos. En este sentido, se prevé que las negociaciones comiencen la próxima semana con EH Bildu, PP y Sumar, con el objetivo de recabar apoyo para las cuentas. Sin embargo, la respuesta de la oposición ha sido crítica. Pello Otxandiano, portavoz de EH Bildu, cuestionó la veracidad de las afirmaciones del lehendakari sobre la expansión del presupuesto, argumentando que, descontando el aumento de precios, el presupuesto ordinario solo crece un 1,5%, lo que mantiene el poder adquisitivo del gasto público prácticamente igual que en 2025.
### Críticas a la Propuesta Presupuestaria
Otxandiano no se detuvo ahí y advirtió sobre los cambios sociodemográficos que afectan a Euskadi, como la migración y el envejecimiento de la población, que incrementarán las necesidades de recursos públicos en áreas críticas como la educación y la sanidad. Este fenómeno, que él describe como «el elefante en la habitación», es algo que, según él, el Gobierno Vasco no está dispuesto a reconocer. En respuesta, Pradales defendió la coherencia de su propuesta, señalando que, a lo largo de la semana, los representantes de EH Bildu habían enfatizado la importancia del equilibrio presupuestario, mientras que, al mismo tiempo, solicitaban más gasto en diversas áreas.
El lehendakari también hizo hincapié en la necesidad de que la oposición asuma la responsabilidad en el debate presupuestario. «Más allá del diagnóstico, hay que mojarse y responsabilizarse», afirmó, sugiriendo que EH Bildu debería ser más proactiva en sus propuestas en lugar de simplemente criticar. Esta dinámica de acusaciones y defensas se ha vuelto habitual en el Parlamento Vasco, donde las tensiones entre los diferentes partidos a menudo dificultan la colaboración.
### La Perspectiva del PP y Sumar
El presidente del PP de Euskadi, Javier de Andrés, también expresó su descontento con el proyecto presupuestario, argumentando que es esencialmente el mismo que el del año anterior, pero con más dinero destinado a las mismas iniciativas. De Andrés criticó la asignación de 30 millones de euros a asesores y cargos públicos, cuestionando si este es realmente el presupuesto que los vascos merecen. En su defensa, Pradales recordó que el presupuesto incluye un esfuerzo significativo en áreas como la sanidad, políticas sociales, seguridad y apoyo a la industria y el empleo.
Por su parte, Jon Hernández, parlamentario de Sumar, reprochó al lehendakari que afirmara que los presupuestos responden a las prioridades del PP. Pradales, en su respuesta, reiteró que lo fundamental en política es el contenido de los acuerdos, más que las alianzas que se formen. «El qué, no con quién», enfatizó, sugiriendo que el objetivo debe ser encontrar un terreno común en torno a las iniciativas y reformas necesarias para Euskadi.
El lehendakari subrayó que su Gobierno está comprometido a buscar consensos, sin imponer etiquetas o líneas rojas que limiten el diálogo. Esta apertura a la negociación es un intento de cambiar la narrativa política en el Parlamento Vasco, donde las disputas a menudo eclipsan la posibilidad de colaboración efectiva.
### Retos y Oportunidades en la Negociación
A medida que se acercan las negociaciones, el contexto económico y social de Euskadi presenta tanto desafíos como oportunidades. La necesidad de abordar cuestiones como el envejecimiento de la población y la migración es crítica, y los presupuestos deben reflejar una respuesta adecuada a estas realidades. La capacidad del lehendakari para negociar y encontrar un terreno común con la oposición será fundamental para el éxito de las cuentas.
Además, la presión de la opinión pública y la necesidad de demostrar que el Gobierno está trabajando en beneficio de todos los ciudadanos vascos son factores que no pueden ser ignorados. La transparencia en el proceso de negociación y la disposición a escuchar las preocupaciones de todos los grupos políticos serán esenciales para construir un consenso duradero.
En este contexto, la habilidad de Imanol Pradales para manejar las tensiones y fomentar un diálogo constructivo será puesta a prueba. La política vasca, caracterizada por su diversidad y pluralidad, requiere un enfoque que priorice el bienestar de la ciudadanía por encima de las disputas partidistas. La búsqueda de un acuerdo en los presupuestos es una oportunidad para demostrar que es posible trabajar juntos en beneficio de Euskadi, a pesar de las diferencias ideológicas.
La próxima semana será crucial, ya que las negociaciones comenzarán en un clima de expectativas y escepticismo. La capacidad del lehendakari para articular una visión compartida y movilizar el apoyo de la oposición será determinante para el futuro económico y social de la comunidad autónoma. En un momento en que la política se enfrenta a desafíos sin precedentes, la búsqueda de consensos y la voluntad de colaborar son más importantes que nunca.
