En la reciente Conferencia de Presidentes celebrada en Barcelona, el lehendakari Imanol Pradales no dudó en expresar su desacuerdo con la actitud de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, quien abandonó la reunión en protesta por el uso de lenguas cooficiales. Durante una rueda de prensa posterior al evento, Pradales calificó el comportamiento de Ayuso como un «numerito» que refleja una visión intolerante y monocolor de la sociedad. En sus declaraciones, enfatizó que las lenguas deben ser vistas como puentes de comunicación y no como barricadas que dividen a las personas.
Pradales subrayó que el uso de lenguas cooficiales es un derecho de los presidentes autonómicos y que no se puede tolerar una actitud que desestime la diversidad lingüística. Afirmó que el comportamiento de Ayuso no solo es inaceptable, sino que también remite a tiempos oscuros de la historia, donde la falta de respeto hacia lo diferente era común. En este contexto, el lehendakari hizo un llamado a la unidad y al respeto por las lenguas, argumentando que son elementos fundamentales para la convivencia en una sociedad plural.
### La estrategia del PP y el papel de Ayuso
Pradales también abordó la estrategia del Partido Popular (PP) en la Conferencia de Presidentes, sugiriendo que el «numerito» de Ayuso tenía como objetivo desbaratar una estrategia más amplia del partido. Según el lehendakari, el PP había llegado a la conferencia con la intención de solicitar elecciones anticipadas y finalizar la legislatura, pero la actuación de Ayuso interrumpió esta estrategia coral. Pradales insinuó que la actitud de Ayuso podría estar relacionada con el próximo congreso del PP, sugiriendo que su comportamiento podría haber sido motivado por intereses internos del partido.
El lehendakari expresó su preocupación por el hecho de que, a pesar de la importancia de la Conferencia de Presidentes, el evento terminó sin acuerdos significativos. Pradales describió la situación como un «diálogo de sordos», donde los presidentes se limitaron a realizar monólogos sin un debate real. A pesar de esta falta de progreso, el lehendakari destacó que su propuesta sobre la inmigración recibió apoyo de varias comunidades autónomas, lo que representa un aspecto positivo en medio de un panorama desalentador.
### La importancia del euskera en el debate político
En su intervención, Pradales también se refirió a la situación del euskera, señalando que este idioma es demasiado frágil para ser utilizado como un arma política. Hizo un llamado al PP para que establezca un orden en este tema, enfatizando que el euskera debe ser protegido y promovido como un elemento de cohesión social. El lehendakari recordó que antes de la conferencia había solicitado la inclusión de temas relevantes en la agenda, como un plan integral para abordar la migración y un estudio sobre las necesidades del tejido productivo vasco.
Pradales lamentó que, en la actualidad, Euskadi y España parecen hablar «idiomas diferentes» en términos de prioridades políticas, lo que dificulta el avance en cuestiones estratégicas como la migración, la energía y la vivienda. Esta desconexión entre las comunidades autónomas y el gobierno central es motivo de preocupación para el lehendakari, quien aboga por un diálogo más constructivo y respetuoso.
La situación del euskera y su uso en el ámbito político ha sido un tema recurrente en la agenda de Pradales, quien ha manifestado su compromiso de trabajar hacia un acuerdo amplio sobre el idioma para el año 2027. Este objetivo refleja su deseo de fomentar un entorno donde todas las lenguas cooficiales sean valoradas y respetadas, contribuyendo así a una convivencia más armoniosa entre las diferentes comunidades lingüísticas de España.
En resumen, la reciente Conferencia de Presidentes ha puesto de manifiesto las tensiones existentes en el panorama político español, especialmente en lo que respecta al uso de lenguas cooficiales. La postura del lehendakari Pradales resalta la necesidad de un enfoque más inclusivo y respetuoso hacia la diversidad lingüística, así como la importancia de establecer un diálogo constructivo entre las diferentes comunidades autónomas y el gobierno central.
